Una nutrida concentración de trabajadores del Ministerio del
Trabajo protestó frente a las instalaciones de la institución para reclamar por
el incumplimiento de un bono trimestral establecido en el contrato colectivo,
entre otras cláusulas que, según manifiestan, no se están cumpliendo. Así
mismo, exigieron la discusión de un nuevo contrato, ya que el actual lleva casi
8 años vencido. Señalaron también situaciones de maltratos laborales y el
despido injustificado de un compañero.
Coreando consignas como "¡Queremos el pago del bono
familiar!", "¡Contrato ya!" y "¡No queremos amenazas,
queremos soluciones!", se desarrolló con efusividad la actividad.
Trascendió en medio de las conversaciones de los participantes que cuando
algunos iban a bajar de sus puestos de trabajo a sumarse a la concentración,
algunos jefes les advirtieron con amonestarlos, aun así, los trabajadores de
igual manera bajaron masivamente.
El comentario que se hizo presente entre los asistentes es que
se agotó la paciencia de los trabajadores, que están cansados de esperar
respuestas y de soportar violaciones a sus derechos, y que por eso ayer se
venció el miedo. La concentración en sí misma sería una muestra de esto, ya que
la misma no la hizo ninguno de los grupos organizados del ministerio, sino que
corrió por redes sociales y mensajes de texto, y aún así, casi espontáneamente
los trabajadores se sumaron.
En la jornada, demás de este medio alternativo, se hicieron
presentes también algunos otros medios digitales y un canal de televisión.
Una de las exigencias es la misma de las múltiples protestas de
trabajadores que se vienen dando a nivel nacional, el respeto a las
contrataciones colectivas, actas convenios y tablas salariales previas a la
reconversión monetaria. Sin embargo, lo particular de esta ocasión es que la
acción no estuvo convocada por alguna organización sindical, pues, según dicen
los trabajadores, el sindicato es pro-patronal.
Una comisión se reunió con el ministro
Los trabajadores lograron algo que, según comentaron en la
asamblea, no habían podido lograr hasta entonces, que el ministro Eduardo
Piñate los recibiera, pues, según dijeron, solo se reúne con el sindicato, pero
no había atendido peticiones hechas por otros grupos de trabajadores de la
base. Se denunció en la asamblea improvisada que de parte del ministerio
vetaron la presencia de algunos trabajadores en la comisión, trabajadores que
habían sido designados por la asamblea para estar en la misma, sin embargo,
para no permitir que eso sirviera de excusa para no concretar el diálogo, los
trabajadores cedieron.
Los planteamientos que la comisión hizo al ministro
contemplaban: saber sobre un Bono de Ayuda Familiar que debieron cancelarles los
primeros días de septiembre, así como otras cláusulas contempladas en el
contrato colectivo; la necesidad de discutir el nuevo contrato; la falta de
respuestas a las peticiones entregadas anteriormente; las agresiones y despido
injustificado a un trabajador; la situación de maltratos laborales que sufren
en distintas áreas del ministerio; y las amenazas de represalias de algunos
jefes a los trabajadores que acudieran a la acción de protesta.
La comisión informó a los trabajadores que las respuestas del ministro
fueron: que si por él fuera el bono ya se hubiese pagado, pero no había
recursos y dependía de que los aprobaran, que estaban esperando, aunque sin dar
fecha precisa; que el contrato se podría empezar a discutir luego que se
hicieran las elecciones del sindicato en febrero del año próximo; que no sabía
de algunas peticiones que se le habían hecho previamente por escrito; que el
despido del compañero tenía un curso legal y ese procedimiento debía seguir su
curso; sobre las amenazas de represalias de algunos jefes mostró asombro pero
no se pronunció explícitamente ni a favor ni en contra; y finalmente pidió que
le tuvieran confianza.
Los trabajadores no estuvieron conformes con la respuesta
patronal, señalaron que era prácticamente lo mismo que le habían dicho hace un
mes, sin que se cumpliera nada, que no había respuesta concreta y que, además,
que no creían que no supiera de algunas peticiones que se le habían entregado a
su Despacho. Optaron por subir hasta el piso 5 de la institución, donde quedan
las oficinas del ministro, para que la comisión entrara de nuevo y le
comunicara que los trabajadores no estaban conformes con la respuesta. Sin
embargo, en la recepción les dijeron que el ministro no podía atenderlos y que
en todo caso no tenía nada diferente para decirles que lo que ya les había
planteado.
Grave: SEBIN se hace presente y personal de la seguridad del
ministro vocifera amenazas
Cabe hacer la acotación de que en el transcurso de la jornada se
presentaron situaciones irregulares y graves. Se hicieron presentes uniformados
del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) queriendo recabar datos e
información sobre la protesta, así como también, los trabajadores pudieron
identificar a quienes posiblemente sean funcionarios de inteligencia sin uniforme,
infiltrados en la manifestación, ya que no los conocen como trabajadores del
ministerio, y tomaron fotos a los principales voceros de la acción y luego se
retiraron.
También ocurrió que cuando la comisión iba a subir, funcionarios
de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a quienes el ministerio había llamado,
le pidieron los datos a los trabajadores que subirían, a lo que la propia
asamblea se negó rotundamente: "si el ministerio sabe quiénes somos,
porque somos trabajadores de aquí mismo y estamos en nómina, para qué le vamos
a dar los datos a la policía". Este detalle expresa la profunda
desconfianza de los trabajadores en estos organismos.
Trascendió también, como parte de esta delicada situación, que
al subir los trabajadores al piso 5 de la institución a manifestar su
inconformidad con la respuesta a sus planteamientos, uno de los funcionarios de
seguridad que llegó con la nueva gestión del profesor Piñate, vociferó en uno
de los pasillos: "Bueno, y entonces, a quién es que hay que caerle a tiros
en esta vaina, para que aprendan a protestar".
Algunos trabajadores insisten en señalar que esto, sumado a
diferentes "advertencias" anónimas que le han llegado a algunos de
los voceos de los trabajadores en sus cuentas de twitter y teléfonos celulares,
así como los extraños "robos" de que han sido objeto algunos en las
inmediaciones de la institución, no hacen sino confirmar su denuncia de que
cualquier cosa que le pueda ocurrir a cualquiera de los trabajadores que están
al frente de la lucha o a sus familiares, el Estado y el ministro serán
responsables, por servirse de estos métodos para hacer frente a lo que no es
más que una legítima y legal lucha laboral por reivindicaciones básicas de los
trabajadores.
Próximas acciones
Finalmente, ante la insatisfacción por la respuesta oficial a
sus peticiones, los trabajadores acordaron dar aún un compás de espera de una
semana, a ver si se concreta el pago de lo que les adeudan por concepto del
contrato colectivo, en caso contrario, dijeron que volverán a protestar con más
fuerza.