Nunca el imperio había mentido tanto como lo que hoy ignora en
relación a un poder perdido.
Las ridículas y pedantes amenazas de su Gran Jefe, como supuesto
defensor de la democracia, son vistas como las de un demente que al amedrentar
al mundo con su inmenso poderío, a nadie convence con sus desplantes y
mentiras. Preocupan sus declaraciones y decisiones por la ferocidad insana que
expresan, y que puede terminar en un holocausto, que él mismo viviría, en sus
últimos momentos, y haría vivir a los suyos y al país en que gobierna.
El problema es aún más grave porque Mr. Trump, con su amenazadora
cólera de Zeus tronante, es sólo una expresión de la crisis y ceguera que
padecen las clases dominantes de su imperio, y de otros que en una ofensiva
mundial lo apoyan, combinando su silencio cómplice con sus medios de
comunicación masiva, en un concierto de intereses y codicias comunes.
Las potencias dominantes y los distintos apoyos financieros,
miliares, políticos y mediáticos de que se sirven, por lo general dejan a un
lado sus distintos estilos de dominación y acumulación y arremeten en función
del poderío de sus dueños y señores, y de los intereses que unos y otros
pretenden defender como valores respetables y de los que cada vez se burlan más
como: ¨la democracia¨, “los derechos del hombre”, y el “estilo de vida”
civilizado, honorable y eficiente.
En el caso de Estados Unidos, los “intereses y valores” que
realmente mueven a los señores de las grandes corporaciones, los llevan a
apoyar, en sus zonas de influencia y en las regiones que dominan, ---para el
caso en América Latina y el Caribe--, a gobiernos golpistas, hoy encabezados
por los nuevos ricos multimillonarios, como Temer en Brasil y Macri en la
Argentina, mientras erosionan el poder de los gobiernos y movimientos de tendencia
socialista, nacionalista o moderadamente patriótica, a los que debilitan con
variadas medidas de represión, de corrupción, de cooptación, de presión y
desestabilización, como lo han hecho contra la propia Cuba invicta, y contra la
cada vez más contradictoria Bolivia, y la ya muy deshecha Nicaragua, o el ya
traicionado Ecuador.
Es más, como muchos de los triunfos de pasadas revoluciones y
rebeliones o movimientos progresistas han sufrido, con el tiempo, crecientes
contradicciones, en todos ellos y en las recientes luchas y victorias
democráticas y sociales, impulsan políticas que hacen caer a los países
víctimas en una incesante desestructuración, desintegración, desorganización.
Para eso se sirven –con muchos otros recursos-- de las crecientes contradicciones
en que caen los regímenes de antiguas revoluciones como la mexicana, o de los
gobiernos populistas y sus sucesores, como los de Brasil y Argentina. A
todos les aplican medidas de efectos directos e indirectos que, al
impulsar la cultura de la negociación y de la globalización neoliberal
privatizadora del Estado, han promovido en grande, de un lado, la cultura del
individualismo, del enriquecimiento multimillonario y de la macro-corrupción, y
de otro, el desmantelamiento del Estado-Nación, o de sus poderes, sus empresas
y recursos estatales y nacionales, así como la pérdida de sentido del “interés
general” y el “bien común” en los partidos políticos.
Descartadas ideologías y programas en las luchas políticas, con
alternativas que tengan alguna posibilidad de cumplirse, ya sea en lo social o
en lo nacional, los proyectos de futuro se limitan a ofrecer dizque dar término
a la corrupción o al narcoterrorismo sin explicar cómo lo harán. Partidos y
políticos profesionales del gobierno en turno y de la oposición, ni siquiera
defienden un programa político que impida el despojo de los recursos de la
nación, o incluso uno moderadamente patriótico, que se proponga defender la
educación pública de las ciencias, las técnicas y las humanidades a todos los
niveles, y capaz por su política financiera y económica de proporcionar empleo
y seguridad social a los egresados por brillantes que sean. Es más, ningún
partido político presenta y defiende un programa de control monetario y
productivo o de servicios o que proponga las medidas necesarias para dar
fin al terror, y al sistemático despojo del suelo y el subsuelo de la
nación con el consiguiente desempleo de inteligencias y brazos, causa
fundamental de las crecientes emigraciones de campesinos ya despojados de sus
fuentes de vida y de trabajo por las grandes corporaciones agrícolas, mineras,
industriales que mediante los sicarios imponen el terror y el narcotráfico, los
dejan sin seguridad alguna, sin territorio ni tierra, sin agua,
alimentación, salud…
Así, mientras ningún partido o movimiento institucional defiende
un programa coherente que permita salir de tan grave situación, surge un
creciente rechazo a los emigrantes que intentan refugiarse en los países sede
de las corporaciones y del poder imperial. Desestructurados lo países en
desarrollo –así sea este desigual— de hecho los partidos ya no tienen nada que
ofrecer, y que puedan cumplir si ofrecen. Su papel en la democracia
simulada, neoliberal y globalizadora, rapaz--es obtener puestos pagados de elección
“popular” cuyos agraciados hagan negocios con la venta de los bienes que el
Estado aún conserva-, a sabiendas de que si llegan a ser acusados de corrupción
nada les pasará, y si llegan a ser denunciados nadie los enjuiciará, y si son
sancionados, nadie los perseguirá, y si los persiguen nadie los encontrará.
Todo eso ocurre, porque de principio a fin y de arriba abajo, corrupción y
capitalismo tardío forman parte del actual sistema global y de su
funcionamiento como política de la acumulación por despojo y de explotación de
los recursos humanos y naturales con las tecnologías más avanzadas y la mano de
obra más mal pagada, cuando no esclavizada, o tributaria y ya despojada de sus
antiguos recursos por lo sicarios del gran capital y de los gobiernos aliados
subordinados.
Como los beneficios de acción formal y legal caben en el orden de
los delitos, para sus beneficiados principales del centro y la periferia los
grandes bancos, que dominan el sistema, han establecido sus propias redes de
“paraísos fiscales” que de paso sirven para no pagar impuestos al fisco y para
esconder los miles de millones hurtados con un efecto conocido por el que
viejos y nuevos multimillonarios y se enriquecen más y más con todo
tipo de alianzas y apoyos de las corporaciones y bancos, hechos con los
que se convierten más y más en estados tributarios que con un lenguaje engañoso
corresponden a crecientes tasas de interés por las crecientes e impagables
deudas. Todo eso ocurre en una recolonización financiera que cuenta a más de
las empresas calificadoras como “Moodys” y con las redes de “bancos vampiros”,
dependientes ocultos de la gran banca o de pequeños Shylock piadosos.
Esos y muchos otros rasgos de dominación y acumulación son los que
caracterizan al sistema, y los que éste sigue defendiendo, con el aberrante
pretexto de que corresponden a las más novedosas y eficaces políticas
científicas y a la lucha por la democracia y la libertad, argumentos con los
que atacan en una guerra integral, formal a informal, pacífica y violenta a
todos los movimientos y países que atentan contra sus “valores e
intereses” entre los países de los que han decidido hacer víctima
“privilegiada” a l actual gobierno de Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos –con el apoyo de las grandes potencias
de Occidente- lanza hoy la más feroz ofensiva contra el pequeño y valeroso país
de Venezuela, a cuyo patriótico, rebelde y democrático gobierno acusa con
indignación y saña de oprimir y hambrear a su pueblo, cuando en realidad es un
país que con su gobierno y la inmensa mayoría de su pueblo, está plenamente
identificado con una de las más grandes luchas liberadoras de nuestro tiempo.
En ofensiva integral y creciente el gobierno de Estados
Unidos y el complejo empresarial, militar, político y mediático de que aquél
forma parte, muestran la misma saña que, desde 1959, han mostrado contra
la revolución cubana, en que hoy mismo no sólo esperan que la
situación les sea más favorable con el creciente peso que el mercado negro
adquiere, y con la eliminación de sus necesarios proveedores de
combustibles, que de seguir recibiendo puedan permitir a Cuba pasar
nuevamente a un mayor desarrollo igualitario. Fomentan y toleran, por eso, el
creciente mercado negro, y crean ellos mismos, misteriosos e improbados ataques
con “sonidos criminales” que hacen víctima a buena parte del personal de la
embajada Norteamérica, y a nadie más de los alrededores. Con semejante engaño
pretenden renovar el miedo a la vecina “dictadura comunista” con la que “es
imposible tener buenas relaciones cabales”.
Paradójicamente –como ya ocurrió en la larga historia del proceso
revolucionario en Cuba — hoy, frente al sostenido y creciente ataque contra
Venezuela, ni el propio pueblo venezolano, ni el poderoso imperio
que con sus incontables engaños dice hacer “todo lo posible por salvar al
pueblo venezolano de una nueva y feroz dictadura”; ni el imperio ni el pueblo
empobrecido y rebelde logran derrocar al “criminal e inepto gobierno”…, por lo
que el imperio se ve obligado a añadir otro gran engaño,
sosteniendo que la situación política de Venezuela representa sobre todo
“un gran peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Si semejante argumentación de la gran potencia no es del todo
nueva, pues si antes decía defenderse del proyecto “comunista”, hoy es
francamente ridícula cuando en la mayor parte del mundo reina el capitalismo, y
el gobierno de Venezuela está muy lejos de constituir un peligro para la
seguridad de Estados Unidos por oprimir bárbaramente –según lo acusan-- a su
propio pueblo. En realidad es obvio que el superpoder imperial esconde algo más
bajo la supuesta defensa del pueblo de Venezuela para librarlo de un gobierno
inepto, represivo y corrompido, y para dizque contribuir a que en el país se
instale otro gobierno, que sí respete la democracia y la libertad del
pueblo venezolano, tal y como la entiende el imperio por ejemplo en los casos
de Brasil y Argentina donde recientemente, con los tristemente famosos “golpes
blandos” “triunfe la democracia” al poner en la silla presidencial a un Temer
en Brasil y en Argentina a un Macri, dos connotados millonarios que han
adquirido su inmenso haber en formas ilegales comprobadas.
Lo extraño es que semejantes argumentos contra Temer y Macri, en
el caso de Venezuela, han logrado un silencio cómplice y un gran
apoyo entre las grandes potencias del Mundo Occidental, de sus gobiernos
y de sus medios de comunicación masiva, que en uniforme versión de la
“realidad ” hoy, más que ayer, obedecen a una subsidiada acometida
informática favorable a quienes con millones de dólares subsidian a los
“medios”, y que por tener los mismos intereses que el gobierno de Estados
Unidos se suman a la lucha contra “el bárbaro, cruel e inepto… gobierno de
Venezuela”.
La denuncia de la “barbarie” y de “las barbaridades” del gobierno
venezolano contra su propio pueblo, muestran una extraña coincidencia con los
argumentos del Gobierno en turno norteamericano y, de hecho, corresponden
a una bien coordinada campaña apoyada, tanto en diarias imágenes
fotográficas y fílmicas de valientes aficionados, como en fotos y películas
profesionales de los grandes canales de televisión, a las que se
añaden análisis críticos respetables publicados en las páginas
editoriales de los grandes diarios del mundo, y comentarios y noticias que los
“pintan como son” en numerosas y no menos globales “redes sociales” y
hasta en los apoyos que el gobierno de Estados Unidos recibe en amplios
círculos de sus dependencias, así como en los foros económicos y políticos que
defienden “los derechos del hombre”, apoyos que se acompañan de cierta
admiración y elogio a quienes han realizad un “golpe blando” que a
manera de “impeachement” estaban hasta hace poco por dar en Venezuela…cuando,
para el desagrado mayúsculo de los apátridas sufrieron una gran e inesperada
derrota cuando el gobierno venezolano, tan criticado por inepto y
autoritario, convocó a elecciones generales para la instauración de un nuevo
Congreso Constituyente que de veras represente al pueblo, y realice
elecciones en las que la mafia, supuestamente “democrática” se niega a
participar, con ridículos pretextos de perdedora, y a sabiendas de que sólo
lograría mostrar en ellas contar con una inmensa minoría e impopularidad
ciudadana.
Y aquí es el momento de aclarar qué otras medidas han montado el
imperio, y las fuerzas oligárquicas empresariales locales y de los países
vecinos, como Colombia, Brasil y la pequeña colonia que conserva Holanda,
todas destinadas a desestabilizar y derrocar, al gobierno “enemigo de la
Civilización”, de “la Democracia”, de los “Derechos del Hombre” y de “la
seguridad de Estados Unidos” A esa aclaración será necesario añadir otras más,
que el imperialismo ha empleado en intervenciones anteriores, especialmente una
que parece haber perfeccionado con el auxilio de las tecno-ciencias de la
complejidad y de la comunicación, que para el caso corresponden a la
construcción mentirosa de hechos que comprueban las acusaciones hechas y
otras nuevas mentiras en que aparezca el ineficaz gobierno y sus
instituciones como lo que no son. También se hace necesario descubrir
cómo no se trata sólo de lanzar engaños y mentiras sino de “sembrar pruebas de
la punible, cruel e inescrupulosa política” que cae en derecho penal, y den
lugar a un procesamiento humanitario y judicial por jueces y tribunales que las
grandes y humanitarias potencias integran y dominan, y que ahora es más
conocido cuando los tribunales del imperio y sus aliados juzgan a los gobiernos
de las naciones recolonizadas.
A la síntesis de esos hechos habrá que añadir también otra
circunstancia significativa, y es que tamaña mentira no es sólo es
achacable al gobierno de Trump y de las oligarquías criollas, sino que por lo
menos empezó durante el gobierno neoliberal y globalizador del
presidente Barack Obama, lo que nos obliga a repetir estos hechos para no
seguir extendiendo la creencia de que se trata de la política de un
presidente mentalmente insano, sino de una medida acostumbrada por el imperio
falsamente atribuida al gobierno de un paciente mental metropolitano, y
cuando en realidad es una más de las tradicionales y renovadas intervenciones
del imperio y sus aliados y subordinados locales y regionales.
Pero incluso hasta aquí no habremos logrado hacer la síntesis de
la mayor mentira del mundo, si no aclaramos qué otra gran razón se
esconde bajo la “noble lucha”, pero para preguntarnos: ¿Por qué tan grandes
batallas y tan poderosas fuerzas, con tamañas técnicas y políticas antiguas y
modernas ahora renovadas y enriquecidas con las nuevas ciencias y tecnociencias
no han logrado derrocar al supuesto gobierno dictatorial y bárbaro de
Venezuela, que destruye, desgobierna, empobrece y hambrea a su propio país?
¿Por qué?
En un análisis mínimo de los intentos de derrocar al actual
gobierno de Venezuela pueden destacarse además algunas de las múltiples razones
y políticas por las que la resistencia venezolana ha triunfado y seguirá
triunfando.
La exponencial capacidad de resistencia comenzó desde que el comandante
Chávez mostró, en las palabras y los hechos, que la revolución venezolana tiene
un carácter antiimperialista y anticapitalista y que se debía y podía organizar
una nueva fuerza apoyada por el ejército bolivariano venezolano y a cargo de un
creciente sistema de poder basado en la estructuración de comunas y de redes de
comunas, sus consejos y comisiones promotoras y coordinadoras.
En Venezuela se ha construido ya una resistencia invencible, que
el presidente Chávez formuló y su sucesor Nicolás Maduro continúa, enriquece
apoya y explica, tanto en cada uno de sus actos de gobierno como en sus
discursos y entrevistas. En todos ellos aparece con fuerza la
coincidencia que sus palabras tienen, tanto en los hechos como en la
estructuración de “la realidad ética” de que el general Hugo Chávez
Frías fue precursor con un nuevo proyecto de revolución, no sólo
venezolana sino bolivariana, ni sólo original por el hecho de que fue
apoyada desde el principio y hasta ahora con éxito y creciente poder, tras el
fallido intento de golpe de unos militares traidores dominados y encarcelados
por su propio congruente ejército apoyado por una inmensa multitud de los
pueblos que bajaron de los cerros circundantes de Caracas para liberarlo y
protegerlo, convencidos de que era el más valioso defensor del pueblo con
los del propio pueblo. Chávez pudo continuar así con más fuerza, firmeza y
apoyo un camino que, entre variaciones concretas, tiene y tendrá una
efectividad universal con aquellos ejércitos que se unan por convicción ética y
política a los empobrecidos pueblos del mundo.
Pueblos y ejércitos que hagan suyo el interés general podrán
construir y construirán otro mundo sin duda posible, en que la organización de
la vida y el trabajo sean capaces de alcanzar la práctica concreta de la
libertad, de la justicia y de una genuina democracia estructurada como poder de
los ciudadanos, en todo diferente a la que deja fuera y hasta sin el derecho
formal de ser considerados como ciudadanos a los pobres de la tierra, siervos,
medieros o asalariados y otros que siendo “desparecidos” en creciente número
han sido reducidos a la esclavitud .
Si en las alternativas al mundo actual, el movimiento del 26 de
julio en Cuba y el del EZLN en México han abierto caminos de vida, libertad,
justicia y democracia que son referente universal, a ellos se añade hoy
el que en Venezuela inició el general revolucionario Hugo Chávez Frías no sólo
al expresar formas éticas e ideológicas de las que Nicolás Maduro es fiel
e intachable heredero; sino de formaciones de lucha en que la moral
se fundamenta o practica con la estructuración en los hechos y va mucho más
allá de las palabras sobre una sociedad “libre”, “democrática” y “socialista”.
Va de las palabras a los hechos.
Así cuando queremos aclarar por qué no ha logrado la gran mentira
derrocar al gobierno revolucionario de Venezuela tenemos que explorar, tanto lo
nuevo en los ideales y valores de los insumisos, como los que se hacen realidad
en la variada organización de la resistencia militar a la que se suma la fuerte
y estructurada resistencia intelectual y moral, que fortalece los valores con
palabras y hechos.
A tamaña unión se añaden otras fuerzas no menos importantes, que
de un lado incluyen el poder defensivo en esta guerra integral –llamada de IVa
generación- cuyo campo de lucha abarca todas las actividades materiales e
intelectuales, financieras, económicas, políticas y bélicas, articuladas entre
sí, y en las de no menor importancia, que no sólo respetan y hacen respetar
las diferencias religiosas y filosóficas, sino con las que en el caso de
Venezuela identifican su manera de pensar con las de creer y hacer de
dirigentes, como lo hizo reiteradamente Chávez, con el catolicismo en lo
religioso, con el marxismo en lo científico y lo revolucionario, y con el
liberalismo ilustrado y radical, como el que Bolívar –Padre de la Patria--
representa en Venezuela con las ideas que vinieron de la Ilustración y de
la Revolución Francesa y que en Hispanoamérica se reformularon por Bolívar al
proponer como meta a alcanzar, un gobierno en que se estructure “la soberanía
del pueblo, única autoridad legítima de las naciones”, y por eso, capaz
de imponer, con su poder organizado, “la máxima felicidad posible de todos los
habitantes”, y capaz de lograr como realidad, la unión de nuestros países en
una gran nación que los incluya.
Llegados a este punto podemos trazar un esbozo mínimo de una
visita real, a una pequeña ciudad, que ya se encuentra en el seno de la nación
venezolana. Se trata de una ciudad en la que el poder político y todas
las actividades de la misma están a cargo de una comuna de comunas. Vemos así
que en ella, cada comuna o grupo de comunas, y su labor coordinadora acordada,
han construido sus casas y las habitaciones donde duermen, se asean y trabajan,
con materiales e instrumentos que salen del cerebro y los brazos de sus
habitantes. Las distintas comunas cultivan sus necesarios alimentos, como el
pan, las verduras, las frutas, las carnes de ganado menor, más abundantes de
las que provienen del ganado mayor y las que obtienen de algunas aves como las
gallinas, o como el agua que beben y que extraen de los pozos que han
cavado y purificado, en que atendiendo la útil división del trabajo los
lleva a completar lo necesario con el trueque y sus mercados,
en los que a más del trueque usan una la cripto-moneda llamada “petro” que
emite el estado venezolano y que ya ha sido aceptada en el mercado
internacional por algunos países de Oriente. A la organización del mercado añaden
la de varias comisiones destinadas a atender los problemas de la salud, de
guardería y educación de niños, o de jóvenes y adultos, y en ese terreno…
destaca un increíble proyecto, el de la formación de cuadros revolucionarios y
de una fuerza defensiva que está preparada para coordinarse con el ejército
nacional bolivariano. El número de los contingentes preparados y armados
alcanza la cifra de 400 000 jóvenes de ambos sexos, adiestrados por las
comisiones de los comuneros de la nación venezolana. 200, 000 de ellos
están adiestrados y armados para la lucha, otros 200,000 están adiestrados, y
aunque carecen de armas, vitalmente participan en la defensa de la Patria para
que conforme los que ya están armados pierdan la vida en la batalla heroica
ellos hagan uso de sus armas. Y allí no queda el proyecto, sino que según
supimos tiene como meta alcanzar un contingente cercano a un millón de
integrantes…
Mucho podría contarse de nuestra visita a esta ciudad de las
comunas, pero no cabe duda de sus capacidades concretas para enfrentar las
políticas con que ayer el imperialismo derrocó a Salvador Allende y con que
amenaza destruir a Venezuela: ya ni una puede funcionar, ni la devaluación de
la moneda, ni el ocultamiento de víveres, ni mucho menos el ejército
bolivariano en las antípodas del pobre diablo de Pinochet.
Ya puede la mayor
mentira del mundo seguir armando crecientes formas de
ataque como la que busca con los países que mandan a sus seguros y serviles
jefes de Estado a la reunión del Ministerio de las Colonias y, apoyen en realidad la mayor mentira del mundo
para apoderarse de la mayor reserva de petróleo del mundo
Ahora sí, en
los hechos ¡no pasarán!
México, 12 de abril de 2018
- Pablo
González Casanova es Ex rector de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).