A raíz de los comentarios de Elías Jaua sobre los logros de
la revolución y el derecho del pueblo a comer carne, pollo y consumir leche,
ciertamente este derecho se materializó con el proceso bolivariano, pero la realidad
de hoy aplastó el derecho no solo de que comamos si no de que podamos acceder a
estos productos y a muchos otros.
Pareciera que el compañero no visita ningún supermercado, es
cierto que los anaqueles están abarrotados, pero de productos que no forman
parte de la cesta básica alimentaria, solo de productos inútiles y a precios estratosféricos;
la carne, si la consigues, no baja de 500 mil bolívares, igual el pollo y de la
leche, ni hablemos, por ningún lado se ve, solo en algunos sitios y es
importada, a más de 500 mil bolívares el ½ kilo, lo que significa que el
salario mínimo no da para comprar esos productos, pero ni ganando tres millones
de bolívares mensuales se puede, a menos que nos la comamos sin ningún tipo de
aditivo, es decir de aliño y el necesario aceite que demás está decir, tampoco
se consigue y si lo consigues igualmente ronda los 600 mil bolívares a menos
que perdamos todo un día haciendo cola en algún negocio donde le llegue el
aceite regulado rogando que al llegar nuestro turno no se haya agotado.
Entonces, en que país vive Elías o acaso los despachos
ministeriales están detrás del espejo o sus bolsas Clap, si las necesitan les
llega puntualmente cada quince días; aclarando que estas bolsas tampoco son la
solución al problema de alimentación.
Estos comentarios son los que molestan, no porque los hagan,
son libres de decir lo que quieran, sino porque de manera subyacente subestiman
nuestra inteligencia al decir semejantes estupideces. Al hacer estos
comentarios reflejan de manera descarada su situación dentro de la crisis,
situación que seguro estamos no es igual, ni parecida a la de cualquier
trabajador con salario mínimo, ni salario de obrero calificado.
Viniendo de Elías no debe extrañarnos, lo que no significa
que no hagamos comentarios; este señor cuando fue ministro de comunas y según
los propios trabajadores de este ministerio, jamás visitó la sede “nueva”, peros
si acondicionó su despacho hasta con servicio médico y con dos chefs para que
le prepararán sus alimentos.
Es triste ver como en nombre de una revolución que pudo ser y
no fue siguen haciendo ideología del socialismo como alternativa y utilizando a
Chávez como excusa para lo que hacen.
El pueblo pobre y trabajador está pasando por necesidades que
solo el pueblo conoce, siente y padece, aunque el gobierno lo sabe; sabemos que
esto no es solo producto de la ineficiencia e incapacidad de los “dirigentes”,
obviamente influye sobre manera la guerra económica que lleva adelante el
imperialismo norte americano y europeo. Que distinto sería si hablaran por la
izquierda y actuaran en la misma dirección.
En cuanto a la producción que necesariamente debemos
desarrollar, falta mucho, el burocratismo y la corrupción es tal que no permite
que la clase asuma las riendas con sus propuestas para mejorar el sistema
productivo, a lo que debemos agregar que las organizaciones de la clase se
encuentran en una profunda dispersión y letargo contemplativo; la “izquierda” solo
en denuncias, que más allá de ser ciertas no terminan de concretar un
movimiento nacional que brinde alternativas diferentes y por la izquierda,
además se encuentran en actividades que los distancian unas de otras.
Mientras esto último siga ocurriendo, el imperio norte
americano y europeo, los gobiernos títeres del mundo y especialmente los
ineficientes, corruptos y seudo izquierdistas de Venezuela no solo seguirán dando
declaraciones, sino haciendo cosas que solo buscan justificar una supuesta
“etapa de transición socialista” que no es tal.