El uso de
armas nucleares, ya sea intencionalmente, por accidente o por error de cálculo,
es una de las mayores amenazas actuales para la paz y la seguridad
internacionales, advirtió Izumi Nakamitsu, especialista de la ONU para Asuntos
de Desarme.
Al
hablar ante el Consejo de Seguridad de la ONU (máximo órgano ejecutivo de las
Naciones Unidas), alertó que “las posibles consecuencias de una guerra nuclear
serían globales y afectarían a todos los Estados”.
En
tal sentido, aseguró que la revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) es
una oportunidad de oro para garantizar una seguridad colectiva, informó la
Agencia de Noticias de la ONU.
En
un mundo definido más por la competencia que por la cooperación y por la
adquisición de armas más que por la diplomacia, la amenaza del uso del arma
nuclear es “la más alta de lo que ha habido en generaciones”, advirtió.
Durante
la reunión para debatir sobre el Tratado de No Proliferación, Izumi Nakamitsu
insistió que el uso de armas nucleares, “ya sea intencionalmente, por accidente
o por error de cálculo”, es una de las mayores amenazas actuales para la paz y
la seguridad internacionales.
El
TNP, que entró en vigor en 1970 y será sometido a una revisión histórica en una
Conferencia el año próximo, representa el único compromiso multilateral y
vinculante con el desarme de los Estados que oficialmente almacenan armas
nucleares.
Su
objetivo es prevenir la propagación de las armas nucleares, fomentar la
cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear y promover el desarme
en general y el nuclear, en particular, recordó la Agencia.
Según
Nakamitsu, el Tratado es ampliamente reconocido como “la piedra angular del
régimen internacional de no proliferación y el fundamento esencial del desarme
nuclear”. Su papel como “pilar de nuestra seguridad colectiva es también un
hecho aceptado “.
La
encargada de la ONU para asuntos de desarme describió los dos pilares del
Tratado, el desarme y la no proliferación, como “dos caras de la misma moneda”
y agregó que “el retroceso en uno dará como resultado el retroceso en el otro”.
Nakamitsu
citó varias amenazas a ese Tratado al comentar que existe una “retórica
peligrosa” sobre el uso de armas nucleares.
También
comentó que existe una mayor dependencia de las bombas atómicas en las
doctrinas de seguridad y que se han emprendido programas de modernización para
hacer que las armas nucleares sean más rápidas, sigilosas y precisas.
La
continuidad del TNP, que tiene una vigencia de casi medio siglo, no se puede
dar por sentada y actualmente no hay ninguna reglamentación que reemplace el
marco de desarme y control de armas que ha sido fundamental para la era
posterior a la Guerra Fría.
Como
el Tratado está bajo un mayor cuestionamiento, la próxima Conferencia de
Revisión en 2020 será un “momento decisivo”, según la alta representante.
Indicó
que la reunión puede, o bien resaltar las divisiones entre los Estados y
plantear preguntas sobre su disposición a buscar la seguridad colectiva, o
presentar “una oportunidad de oro” para obtener unos beneficios prácticos que
aseguren la continuidad del Tratado.
El
director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya
Amano, también informó al Consejo de Seguridad, recordando a los miembros el
papel que desempeña ese organismo en la implementación del TNP y en la creación
de un ambiente “propicio para la cooperación nuclear”.
Amano
dijo que el OIEA se enfrenta a varios desafíos, entre ellos el aumento
constante de la cantidad de material nuclear en circulación, el número de
instalaciones nucleares bajo las salvaguardias del OIEA (el sistema de
inspección y verificación de los usos pacíficos de los materiales nucleares), y
la continua presión sobre el presupuesto de la Agencia.
Amano
informó al Consejo de que la supervisión de los programas nucleares de Irán y
Corea del Norte, conocida oficialmente como la República Popular Democrática de
Corea, se encuentra entre los principales temas de la agenda del OIEA.
Sobre
Irán, señaló que está cumpliendo sus compromisos bajo el Plan Integral de
Acción Conjunto, que cuentea con el respaldo de la ONU y cuyo futuro ha sido
puesto en duda por la decisión de la administración de los Estados Unidos de
retirarse del acuerdo.
Después
de 2009, declaró, no ha habido “indicaciones creíbles” de que Irán lleve a cabo
actividades que sean relevantes para el desarrollo de un dispositivo explosivo
nuclear.
En
cuanto a Corea del Norte, dijo que su programa nuclear se ha expandido
significativamente durante la última década, realizando pruebas nucleares en
cinco ocasiones distintas desde 2009, aunque desde hace poco no ha llevado a
cabo ninguno.
Destacó
que, sin inspectores dentro del país, el OIEA monitorea la situación utilizando
herramientas como información de código abierto e imágenes satelitales.
(Con
información de la Agencia de Noticias ONU)