Por: Oscar Feo Istúriz
El Plan de la
Patria es la denominación política del Segundo Plan Socialista de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2013-2019 aprobada por la Asamblea Nacional y
publicado en Gaceta Oficial el 4 de diciembre de 2013. Su antecedente más
importante es el proyecto presentado por el Presidente Chávez (2012) al Consejo
Nacional Electoral como su propuesta electoral. Hemos tenido 4 años para
aplicarlo y dado su vencimiento en el 2019, el Gobierno Nacional ha iniciado el
proceso para elaborar el Plan correspondiente al período 2019-2023. PERO LO
HACE SIN HABER EVALUADO EL ACTUAL. Sin duda, una de las fallas más grandes del
Gobierno es que no hace seguimiento y no evalúa. Se han iniciado cientos de
proyectos y obras de las que nunca más se sabe.
Este artículo va
dirigido básicamente al componente salud del Plan de la Patria, que tiene como
trataremos de demostrar deficiencias importantes. Pero primero algunos
comentarios generales.
El Plan
de la Patria está organizado en cinco grandes objetivos históricos:
1.
Defender, expandir y consolidar la independencia nacional.
2.
Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI como alternativa
al capitalismo salvaje y destructivo, para lograr la mayor suma se seguridad
social, estabilidad política y felicidad posibles.
3.
Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, económico y político,
dentro de la gran naciente potencia latinoamericana, que garanticen la
conformación de una zona de paz.
4. Contribuir al
desarrollo de una nueva geopolítica internacional.
5. Preservar la
vida en el planeta y salvar a la especie humana.
Estoy
de acuerdo y comparto el enunciado de esos cinco grandes objetivos. Si se
hubiese avanzado en su cumplimiento estaríamos en una situación muy diferente.
Esos objetivos
históricos se desglosan en objetivos estratégicos y generales, y luego en
Políticas y Programas. En general considero al Plan de la Patria una propuesta
noble y elaborada con voluntad de transformación. EL PROBLEMA ES QUE NO SE HA
CUMPLIDO CASI NADA. Y POR SUPUESTO NO SE HAN EVALUADO Y ANALIZADO LAS CAUSAS DE
ESE INCUMPLIMIENTO. Sin duda, las dificultades para alcanzar los objetivos y
metas planteadas, tiene mucho que ver con la guerra de IV generación a la que
el imperio ha sometido a Venezuela para desestabilizarla. Pero también
planteamos responsablemente, que mucho de ese incumplimiento tiene que ver con
fallas y errores a nivel del Gobierno, por errores en las estrategias y mala
gestión, por corrupción, improvisación, burocratismo. Fallas y errores que por
cierto hicieron que Chávez en sus últimos días clamara con angustia por un
golpe de timón, que nunca se dio!
Se inicia el
Plan de la Patria con las Metas Macro Económicas (4) y Macro Sociales (10). Las
macroeconómicas: crecimiento anual, inflación, producción petrolera y
desempleo. La única cumplida es la de desempleo, que se ha mantenido bajo 7 %.
No analicemos la calidad y características de ese empleo. Pero en relación a
las otras metas macroeconómicas el PIB ha disminuido, estamos en híper
inflación y la producción petrolera ha disminuido. De cuatro, tres en mora. De
las diez metas macro sociales: reducción de pobreza, índice de desarrollo
humano, coeficiente de Gini, esperanza de vida al nacer, desnutrición infantil,
mortalidad infantil, matricula estudiantil, deserción escolar, matrícula
universitaria, y pensiones; la que sin duda se ha cumplido es la relativa a
pensiones, y lo sabemos porque esa información sí la divulga el gobierno. Para
las demás no disponemos de información actualizada. Como señalábamos en
artículo anterior es urgente publicar las estadísticas. No se gana nada
ocultando la realidad. La transparencia debe ser una de las características
fundamentales de los gobiernos democráticos y está seriamente amenazada por la
negativa a publicar las estadísticas.
Nuestra
impresión es que las metas del Plan de la Patria no se han cumplido. Eso tiene
que ser evaluado cuidadosamente. NO SE DEBE INICIAR LA ELABORACION DE UN NUEVO
PLAN SIN HABER EVALUADO EL ANTERIOR. LA CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA ES FUNDAMENTAL.
Las metas de desnutrición infantil y esperanza de vida dudamos que se hayan
alcanzado. La de mortalidad infantil, según los datos disponibles ha aumentado
considerablemente, igual que la mortalidad materna. Eso expresa el deterioro de
la salud.
Veamos en
detalle lo que tiene que ver con el Plan de la Patria y la salud. La salud es
parte del objetivo nacional 2.2 dirigido a construir una sociedad igualitaria y
justa. El texto del objetivo estratégico 2.2.10 dice así: "Asegurar la
salud de la población, desde la perspectiva de promoción y prevención de la
calidad de vida, teniendo en cuenta los grupos sociales vulnerables, etarios,
genero, etnia, estratos y territorios sociales". En ese pequeño párrafo
hay tres errores considerables. El primero, utilizar el concepto funcionalista
de "estrato social" en vez de la categoría "clase social",
que es fundamental para explicar las desigualdades sociales y las diferencias
en salud y enfermedad. Segundo, se inicia el párrafo con la palabra ASEGURAR LA
SALUD, que en el contexto de la salud colectiva tiene un significado muy
polémico y remite a las políticas de "aseguramiento" típico de las
políticas neoliberales. Debiera decirse, como lo hace la Constitución
GARANTIZAR EL DERECHO A LA SALUD. El tercer error, es introducir un concepto
típicamente neoliberal, el de "poblaciones vulnerables", que
generalmente va acompañado con políticas focalizadas, la más de las veces
reducidas a paquetes básicos. Las políticas socialistas en salud son
universales, para toda la población, y lo que se hace para actuar sobre las
clases más desfavorecidas es establecer prioridades, no focalizar en
"grupos vulnerables".
Pero si
seguimos analizando el resto del componente salud, que está desarrollado en
once objetivos, encontramos un conjunto de fallas y deficiencias importantes,
las enumeramos:
1. Insiste en hablar de niveles de atención, cuando las
políticas a nivel del Sistema Público Nacional de Salud están basadas en redes
de servicios, y no en niveles de atención.
2. Se confunde la "atención primaria" con un
nivel de atención.
3. No se habla de "atención integral" que es la
característica más importante de los servicios que se deben prestar a la
población. Que el sistema de salud sea integral implica que haga promoción de
la salud y actué sobre sus determinantes, que haga prevención de la enfermedad,
y atienda y cure oportunamente y con calidad, que haga rehabilitación. Que
garantice los medicamentos e insumos necesarios para una buena atención. Y
también que rescate la dignidad de la muerte cuando otra cosa sea imposible. La
atención integral es una de las claves de la política nacional de salud.
4. Se privilegian los hábitos y estilos individuales de
vida y los factores de riesgo individuales, sobre el modo de vivir colectivo,
que es uno de los determinantes fundamentales de la salud y la enfermedad.
5. Como
cosa extraña, desaparece como por arte de magia Barrio Adentro, que no se
menciona en el componente de salud del Plan de la Patria.
En fin,
el Plan de la Patria en Salud está plagado de errores y de una concepción
funcionalista de la salud centrada en la enfermedad y el riesgo individual. Esa
situación es clara expresión del predominio de un pensamiento hegemónico,
funcional a los intereses del capital y el mercado. Es lo que enseña la salud
pública tradicional. Debemos dar el salto a una salud colectiva que sirva a los
intereses de la gente.
En
resumen, en el Plan de la Patria en salud hay un retroceso notable en
comparación con la Constitución. La Constitución garantiza el derecho a la
salud, el Plan de la Patria cambia el sentido de garantizar por el de asegurar.
En la Constitución se plantea la universalidad, en el Plan de la Patria se
retrocede a políticas para "grupos vulnerables. Y como hemos señalado el
Plan de la Patria obvia la categoría de "clase social" y usa la
funcionalista de "estrato social".
Quien
elaboró ese Plan de la Patria no percibió que el "aseguramiento" y la
"focalización" representan las políticas neoliberales en salud. Por
supuesto, eso no lo atribuimos a mala intención, pareciera más bien producto
del desconocimiento y la improvisación que lamentablemente caracterizan muchas
de las acciones del gobierno. El problema de las políticas y los programas de
salud es que se improvisan, y que muchas veces son manejados por gente que no
tiene ni los conocimientos, ni el compromiso, ni la probidad necesarias para
una gerencia revolucionaria y eficiente. Entre otras cosas, por eso estamos
como estamos.
Pensando
en el nuevo Plan de la Patria, consideramos que los aspectos más trascendentes
en salud tienen que ver con las políticas públicas dirigidas a producir
bienestar colectivo y mejorar las condiciones de vida, a promover un modo de
vida saludable. Es con promoción de la salud y actuando sobre los determinantes
sociales de la salud y la enfermedad que podemos mantener a la población sana.
En
segundo lugar, hay que insistir en la construcción de un Sistema Público
Nacional de Salud que sea gratuito, único, universal e integral, que enfrente
la fragmentación existente. Que sea PARTICIPATIVO y promueva realmente la
activa participación de la población.
En tercer lugar,
hay que insistir en la producción pública y nacional de medicamentos e insumos.
Es necesario romper con la dependencia de la gran industria farmacéutica y del
complejo médico industrial. Hay que poner a funcionar las fábricas de
medicamentos y vacunas.
En
cuarto lugar, hay que hacer frente al severo déficit de profesionales y
técnicos, y mejorar las condiciones de trabajo existentes que se han
precarizado mucho. Dar prioridad y recursos a la Universidad de Ciencias de la
Salud es fundamental.
Un tema
que no puede obviar el Plan de la Patria es el financiamiento. No puede seguir
el Estado financiando al sector privado vía seguros privados y seguros auto
administrados de salud. Es urgente tomar medidas para detener la privatización
que se ha venido generando con esos subsidios de lo público a lo privado. Ese
financiamiento debe ser dirigido al fortalecimiento de los programas y centros
de atención públicos.
Otro tema que es
fundamental para la salud de la población y debe ser abordado en el Plan de la
Patria es la VIOLENCIA como problema de salud pública, una de las causas del
colapso de los hospitales, es que están llenos de los heridos producto de
accidentes de tránsito e inseguridad ciudadana. Eso tiene que ver también con
la SALUD MENTAL DEL VENEZOLANO, que tiene niveles de angustia y agresividad que
deben ser correctamente abordados.
Por último, es
indispensable una Política Nacional de Salud que supere el eterno comenzar y la
improvisación, y por fin, aprobar una Ley de Salud que organice y regule al
sistema de salud.