Graves violaciones a los derechos de
participación y asociación
Actas con acusación de
"abandono de trabajo" por asistir a una asamblea, y anulación de
firmas de trabajadores en documentos de reclamos, son parte de las represalias
que han tomado autoridades del MinTrabajo.
Los trabajadores
protagonizamos una jornada de lucha este jueves 12, que hubiese concluido en un
resultado totalmente positivo, por los logros obtenidos, sino hubiese sido por
las retaliaciones que tomaron varias de las autoridades, específicamente en el
Viceministerio de Derechos y Relaciones Laborales y en la Consultoría Jurídica.
El eje principal de la
actual lucha es por el atropello y la estafa que se nos hizo con la venta de unas
bolsas de comida, con sobreprecios, oferta engañosa, entre otras cosas. Por tal
motivo, además de adelantar las acciones para que se nos cumpla con la entrega
íntegra de lo que pagamos, surgió la iniciativa de llevar hasta la Fiscalía
General una petición de investigación, para definir responsabilidad en esta
situación. Así, el día de ayer, que la Comisión de voceros de los trabajadores
convocó a una asamblea y concentración para exigir respuesta, se aprovechó para
recoger firmas en respaldo a la solicitud a la Fiscalía.
Los encargados de velar
por los derechos laborales, ¡violentan los derechos laborales!
Cientos de trabajadores,
naturalmente, han visto como necesarias esta iniciativa y firmaron el
documento, sin embargo, varios trabajadores del Viceministerio de Derechos y
Relaciones Laborales vieron violentada, negada y usurpada su voluntad, porque
la viceministra Leninna Galindo, se encargó de que las firmas de ellos fueran
tachadas del documento en cuestión, tal como se muestra en la imagen que
acompaña este artículo. Con el apoyo de personal de confianza, la viceministra
pasó por encima de los más elementales derechos de las personas a manifestar
libremente su voluntad, usurpándola y pasándoles por encima. Además de esto,
una vez en sus puestos de trabajo, les cayó encima el cuestionamiento y el
amedrentamiento de la propia viceministra.
Debe tenerse en cuenta
que estamos hablando nada más y nada menos que de la autoridad que se supone
debe velar por los derechos laborales de los trabajadores de todo el país, que
tiene a su cargo las Inspectorías del Trabajo. Y precisamente por eso, no se
limitó a lo anterior sino que ordenó a los trabajadores de todas las
inspectorías de que se abstuvieran de tomar parte en la firma de este documento
y cualquiera de las actividades que se vienen desarrollando.
Un acta por asistir a
una asamblea de trabajadores
Pero no fue solo la
viceministra, en la Consultoría Jurídica –a cargo de Lidsay
Medina– le levantaron un acta a varias trabajadoras por haber asistido a la
asamblea, con la acusación de "abandono de trabajo". Sin embargo las
compañeras, conscientes de la ilegalidad de tal acta, y de que carecía de
fundamentos, se negaron a firmarla.
Se ausentaron quizá 15 o
20 minutos para escuchar lo que se informaba en una asamblea convocada
formalmente por una comisión de voceros que ha sido reconocida por el propio Ministerio,
asamblea que además se realizaba ¡en el mismo piso y a escasos 20 metros de su
lugar de trabajo!, y su jefa les quiere imputar "abandono de
trabajo". Ya sabemos que no se les levanta el acta por haberse ausentado
unos minutos para ir al baño o a una diligencia personal, sino como represalia
por haber sido parte de una acción de organización y participación de los
trabajadores, que además es completamente legal y legítima.
Violentan los acuerdos y
la palabra empeñada
Con estas graves
violaciones a derechos democráticos y laborales elementales, no solo se ponen
al margen de la ley, sino que además patean lo propios acuerdos a los que los
representantes del ministerio han llegado con la comisión de voceros.
Precisamente entre las
exigencias que llevaron ayer los voceros y voceras estaba la del compromiso por
escrito del ministerio de no obstaculizar el trabajo de la comisión ni tomar
ninguna medida constitutiva de acoso laboral o retaliación contra los voceros o
trabajadores que venían participando de las acciones. Esto, porque ya se sabía
de intentos de este tipo. Los representantes del ministerio dijeron que estaban
de acuerdo con el espíritu de la exigencia, solo que no compartían la forma
específica en que estaba redactada, y que se buscara una nueva redacción para
asentar el compromiso por escrito.
Sin embargo, lo que
narramos aquí echa por tierra totalmente ese acuerdo y deja en entredicho la
supuesta voluntad de entendimiento que declaran en las reuniones los voceros
del ministro Francisco Torrealba, quien por cierto, de no hacer nada para
restituir los derechos vulnerados de estos trabajadores, estaría inaugurando su
gestión avalando este tipo de represalias antiobreras y antisindicales.