Maracaibo, enero 12 - Sindicatos y personal de la
Petroquímica de Venezuela (Pequiven) exigieron ayer al Gobierno acabar con la
“corrupción” y “mafias” que operan dentro de la compañía que posee tres
complejos en el país y cuenta con más de 20 empresas mixtas.
Los planteamientos se dieron luego de conocer que, por
orden del presidente Nicolás Maduro, se ordenó la detención del presidente del
complejo, Juancarlo Depablos por presuntamente estar involucrado en hechos
corrupción y otras “irregularidades” relacionadas con productos que son
derivados del petróleo y gas.
“Le pedimos al presidente Nicolás Maduro que las
investigaciones lleguen hasta el final. Que se ataque la corrupción y las
mafias dentro de la empresa (...). En el complejo de El Tablazo, en el Zulia,
están paralizadas desde hace más de cinco años la planta de pañales, jeringas,
estibas y fertilizantes (ahora en manos del Ministerio de Industrias y
Comercio). Millones sobre millones de dólares se han destinado para reactivar
dichas plantas o la compra de maquinarias y en nada se ha avanzado”, expresó a
este rotativo José Romero, miembro de uno de los sindicatos que opera dentro
del complejo.
Indicó que desde 2011 hasta la fecha a Pequiven se le han
asignado más de 3.500 millones de dólares para el desarrollo de distintos
proyectos —como la instalación de nuevas plantas de olefinas en el complejo Ana
María Campos— y “nadie sabe a dónde fueron a dar esos recursos. El presidente
Maduro dijo que entre el 2016-2018 se impulsaría el sector y creó que ese motor
está fundido. Aplaudimos la decisión que se tomó de investigar al señor
Depablos”.
Trabajadores también apoyaron las investigaciones
emprendidas por el Ministerio Público. “Ya basta de tanta corrupción dentro de
la empresa que hasta hace 15 años era modelo de gestión en América Latina. Hoy,
en el Zulia, lo que tenemos es un cementerio de plantas abandonadas (...) y eso
da dolor. Necesitamos gerentes que estén comprometidos con el rescate de
Pequiven, que la empresa dé al país ganancias y no pérdidas económicas”, opinó
Rafaela Ramírez, personal de la compañía.
El pasado lunes 9 de enero, el presidente Nicolás Maduro,
en cadena nacional, citó al máximo directivo de la petroquímica estatal —cargo
que ocupó desde junio de 2015— al Palacio de Miraflores para que testificara
sobre irregularidades como fallas en la producción y el suministro de materia
prima. “No pueden decir que no hubo dólares para importar el insumo. ¿Qué
importa Pequiven con las divisas?”, subrayó Maduro.
Al siguiente día, el vicepresidente de la República, Tareck
El Aissami, informó al país que “se descubrieron hechos graves de corrupción.
Ha sido destituido el presidente de Pequiven, está detenido para que rinda
cuenta de los hechos irregulares (...)”.
En 2015, una medida similar se tomó en contra de un
directivo de Pdvsa. En esa oportunidad, el MP acusó al director ejecutivo de
Producción Occidente de Pdvsa, José Luis Parada, por presuntamente incurrir en
irregularidades administrativas en la celebración de contratos con empresas de
servicios durante el año 2008. Al funcionario se le acusó de los delitos de
“peculado doloso propio continuado” y “asociación para delinquir”.
Este miércoles 11 de enero, la empresa no emitió ningún
comunicado al respecto. En su cuenta oficial en Twitter solo se limitó a
publicar que en “Pequiven trabajamos día a día para promover el desarrollo de
Venezuela. Está revolución es de acero y seguirá indestructible trabajando para
el pueblo”.
Se espera que en las próximas horas Depablos sea sustituido
por el mayor general Rubén Ávila Ávila, quien asumirá las riendas del complejo
petroquímico. Ávila viene de desempeñar la presidencia de la Zona Franca
Industrial de Paraguaná, en el estado Falcón.
También fue uno de los 15.000 soldados que bajo el mando
del ahora fallecido presidente Hugo Chávez, participó en la madrugada del 4 de
febrero de 1992 en la insurrección contra el entonces presidente Carlos Andrés
Pérez.
Jesús Lobo, experto en el área energética, aseguró que “el
sector petroquímico es de vital importancia para la reactivación económica del
país”.
“Dicha actividad es clave para el desarrollo de actividades
para producir fertilizantes nitrogenados y fosfatados, olefinas y plásticos, en
varias cadenas productivas y con los que se desarrollan más de 50 productos que
son colocados el mercado nacional e internacional. Dicho sector es una buena
fuente generadora de divisas (...) y tan lucrativo como lo es la exportación
del petróleo o el gas”.