A
tres años de su desaparición física
Cristofer García
La
pérdida sucedida hace tres años del líder de la Revolución
Bolivariana Hugo Chávez Frías fue un duro golpe para el movimiento
obrero en Venezuela y en el mundo, porque moría un referente de las
luchas contra la barbarie capitalista y la catástrofe que la
economía de mercado ha causado a los más desposeídos del planeta.
Luego
de que Chávez hiciera reformas a leyes como la de tierra, pesca e
hidrocarburos los defensores del neoliberalismo iniciaron sus ataques
perpetuando el golpe de estado de 2002, el paro petrolero de 2003 y
posteriormente las guarimbas de 2004, hasta la guerra económica a
pequeña escala en semejanza con la actualidad, que en cierta manera
para aquel entonces la revolución pudo aplastar, derrotando así
aquellas ansiosas aspiraciones contrarrevolucionarias de retornar al
poder político perdido en las elecciones de diciembre de 1998.
Tras
más de dos décadas después de la caída de la URSS, en el 2005,
Chávez se atrevió hablar nuevamente de Socialismo, de ahí las
miradas del mundo y de todo el movimiento obrero en general fueron
fijadas en Venezuela, para muchos dicha proclama fue una esperanza,
para las clases dominantes una simple amenaza.
Luego
del 05 de marzo de 2013 hasta la actualidad la corriente del río ha
arrastrado a las masas hasta una bifurcación, la crisis vigente de
la revolución es producto de la propia dirección ante desaciertos
económicos, políticos y sociales que afectan ferozmente a la
mayoría social; como decía León Trotsky: “La situación política
mundial del momento, se caracteriza, ante todo, por la crisis
histórica de la dirección del proletariado”.
No
se puede tapar el sol con un dedo, el problema actual se agudiza cada
vez más sin ninguna respuesta concreta por parte de la dirección
del partido, el gobierno y sus instituciones, poseedores de un
programa político asentado en los posibles fracasos de la derecha
para realizar la pauta del día, en vez de completar, de volver
ininterrumpida la revolución, para transformar la sociedad por
completo, para acabar con los antagonismos de clases, de seguir con
el legado de Chávez; ejemplo claro la victoria del bloque
reaccionario en las pasadas elecciones parlamentarias del 06 de
diciembre.
Al
parecer la revolución perdió su carácter clasista, los reformistas
y oportunistas han maquillado el discurso socialista que venía
llevando Chávez desde el 2005 con la excusa de la baja desenfrenada
del precio del petróleo, pretendiendo hacer pagar la crisis al
pueblo con el aumento de la gasolina, de los productos, los impuestos
y la supuesta cooperación con los pequeños capitalista para generar
una “economía productiva” a través de la reciente activación
de los motores económicos y las baja de recursos a los mismos, que
al final, como siempre, son medidas que no pueden funcionar porque
están limitadas al capitalismo. Trotsky decía que: “los
reformistas son incapaces de aprender ni siquiera de las más
trágicas derrotas de la historia”
Las
masas de trabajadores están contra la pared acentuando el reflujo
que se ha venido llevando a cabo a raíz de la interminable guerra
económica convertida en una masacre en sentido figurado; con
soluciones a medias del gobierno para intentar resolver tan situación
que cada vez se les escapa de las manos y en donde la derecha
aprovecha para desprestigiar todo el proceso de cambio social que se
ha venido llevando desde 1999 tras la promulgación de la nueva carta
magna.
Es
fundamental que la dirigencia revolucionaria aprenda de Hugo Chávez.
Chávez, quien entendió que no se puede llevar una tercera vía, que
no se podía humanizar el capitalismo, porque al final apuñaleaban y
traicionaban, como ocurrió en el golpe de estado que le perpetuaron
en abril de 2002; de ahí él evolucionó a un gobierno
antiimperialista, hasta que en el 2005 en el Foro de Sao Pablo,
proclamó que el socialismo era la única vía posible para salvar a
la especie humana de la polución del sistema. En el Programa de
Transición de Trotsky, éste mencionaba: “la burocracia, al
convertirse cada vez más en un instrumento de la burguesía mundial
en el Estado Obrero, terminará con las nuevas formas de propiedad y
entregará de nuevo al país al capitalismo, o bien la clase obrera
derrotará a la burocracia y despejará el camino hacia el
socialismo”, aunque en Venezuela no existe un estado obrero,
también aplica, porque la burocracia juega el mismo papel, en este
caso, es un gobierno revolucionario que no ha trascendido los límites
del capitalismo.
Es
hora que las masas tomen las riendas de la revolución en este
momento crítico, es importante completar el legado de Chávez, que
es la transformación de la sociedad para acabar con los antagonismos
de clases y así aplastar al capitalismo por completo.
Por
el legado de Chávez – El Socialismo