LA MEJOR GARANTÍA PARA QUE SE RESPETEN NUESTROS DERECHOS ES CON NUESTRA ORGANIZACIÓN, FORMACIÓN Y MOVILIZACIÓN DE MANERA INDEPENDIENTE, DEMOCRÁTICA, SOLIDARIA Y UNITARIA

VIVA EL PRIMERO DE MAYO


POR UN PRIMERO DE MAYO COMBATIVO Y DE LA CLASE TRABAJADORA
PROFUNDICEMOS NUESTRAS LUCHAS CONTRA LA BUROCRACIA Y LA CORRUPCIÓN

POR INSTITUCIONES AL SERVICIO DEL PUEBLO Y DE LA CLASE TRABAJADORA

POR NUESTRA INDEPENDENCIA COMO CLASE

POR UN VERDADERO CONTROL OBRERO

POR LA ORGANIZACIÓN Y UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA
POR UNA LOT SOCIALISTA
POR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO

COMUNICADO DE LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DEL CEMENTO EN VENEZUELA.


Los trabajadores cementeros hacemos del conocimiento público la situación que estamos viviendo como consecuencia de una gestión fracasada de la junta de transición y Direcciones, ya que el objetivo principal de la nacionalización de la industria del cemento, fue hacer una empresa de corte socialista, que sea autosustentable y que el cemento le llegue a precios justos al pueblo. Pues estas condiciones no se cumplen, ya que en este proceso de nacionalización, los grandes perdedores son: La empresa en primer lugar, ya que no cuenta con un plan de inversiones para garantizar las operaciones y cada día el DETERIORO de los equipos y maquinarias es evidente, en un segundo lugar los Trabajadores y trabajadoras, quienes hemos visto como nuestra calidad de vida y nuestras condiciones de trabajo, han disminuido considerablemente, una pérdida del poder adquisitivo, pues con nuestro esfuerzo estamos subsidiando un cemento barato, para beneficio de los capitalistas. En tercer lugar, como gran perdedor tenemos al pueblo, quienes tienen que comprar el cemento entre 35 y 40 bolívares fuertes el saco y de mala calidad. En contraparte los grandes ganadores son los distribuidores de cemento, quienes tienen el privilegio de comprar cemento barato para vender a precios especulativos y tener una forma muy fácil de enriquecerse ganando inclusive más que la empresa que lo produce.

Por las razones antes expuestas, pedimos el respaldo de los sindicatos clasistas, de los Consejos Comunales, de los Movimientos Sociales y de todo el pueblo, para que juntos rescatemos la industria del cemento y logremos lo que se ha planteado en el marco de la nacionalización, juntos podremos garantizar el cemento para las 350 mil casas este año y los 2 millones de viviendas antes del 2013.

“SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO”

“APOYA ESTA LUCHA; JUNTOS PODEMOS HACERLO”


“SI EL PUEBLO NO SE ALZA LE MATAN LA ESPERANZA”

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COMUNICADO DE LA ORESTSEVA


Nosotros, Delegados y Delegadas de Prevención, Consejos Comunales, Sindicatos Clasistas y Revolucionarios y Organizaciones Populares integrantes de la Organización Regional de Salud de Trabajadores y Trabajadoras Socialistas del Estado Vargas (ORESTSEVA) apoyamos la digna lucha de los trabajadores y trabajadoras de la industria cementera que llevan adelante con el único fin de hacer de esta industria, la industria del pueblo y no de burócratas amañados y corruptos y que el pueblo tenga acceso a cemento de buena calidad y a precios socialistas y no capitalistas, así mismo para garantizar el cemento a la política de vivienda del gobierno nacional.

La nacionalización de esta industria fue y es con el fin de que sea la clase trabajadora la que asuma el control en su producción, distribución y venta conjuntamente con los Consejos Comunales revolucionarios y socialistas y las Organizaciones Populares.

A la vista de todos está lo escaso del cemento y en caso de encontrarlo vemos la especulación en los precios, quedando demostrado que solo los grandes ferreteros son los que se llenan los bolsillos a costa del esfuerzo de los trabajadores de esta industria.

Apoyamos la justa lucha en materia de Seguridad y Salud, en materia socia económica y en definitiva en el rescate de nuestra industria.

¡¡¡POR EL CONTROL OBRERO DE LA INDUSTRIA CEMENTERA!!!

¡¡¡LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA SE HACE CON LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO!!!

¡¡¡FUERA LA JUNTA DE TRANSICIÓN!!!

A PROPÓSITO DE LA MORAL DE ELLOS Y DE LA NUESTRA


En la lucha de clases, la moral es una de las funciones ideológicas que juega un papel importante, la clase dominante nos impone sus fines y nos acostumbra a considerar como inmorales los medios que contradicen esos fines. Esta es precisamente la tarea principal de la moral de la clase dominante.

Quien no quiera contentarse con una mezcolanza amorfa de distintas morales, debe reconocer que la moral es producto del desarrollo social; que se halla al servicio de los intereses sociales; que esos intereses son contradictorios; que la moral posee, más que cualquier otra forma ideológica, un carácter de clase, es decir, dependiendo de quién tenga la hegemonía predominará su moral.

La causa del vacío de las normas “universalmente válidas” se encuentra en el hecho de que en todas las cosas decisivas, los hombres y las mujeres sienten su pertenencia a una clase, mucho más profunda que su pertenencia a una "sociedad". Las normas "universalmente válidas" se cargan, en realidad, con un contenido de clase, es decir, antagónicas. La norma moral se vuelve más categórica y menos "universal".

Esto se comprobó el 11, 12 y 13 de Abril de 2002 con el fascista golpe de Estado liderizado por la CTV y Fedecámaras con el apoyo del gobierno de EEUU, y posteriormente con el paro sabotaje a PDVSA. Los antagonismos de clase se exacerbaron y se manifestaron a plena luz. Los mecanismos de seguridad de la “democracia” comenzaron a hacer explosión uno tras otro. Las reglas elementales de la moral se revelaron todavía más frágiles que las instituciones de la “democracia”. La mentira, la calumnia, la venalidad, la corrupción, la violencia, el asesinato cobraron proporciones inauditas. Esto en realidad, es y sigue siendo manifestación de decadencia del imperialismo. La podredumbre del capitalismo significa la podredumbre de la sociedad contemporánea, con su derecho y con su moral. No comprenden que la moral es función de la lucha de clases; que la exacerbación de la lucha de clases, que domina toda la época reciente, ha destruido definitiva y completamente esa moral; que su sitio ha sido tomado, de un lado por la moral del fascismo y de otro, por la moral de la revolución, de la clase trabajadora y del pueblo pobre.

El día 13 de Abril, nosotros dimos un ejemplo de otra moral, la moral de pueblo pobre, del trabajador, de los desposeídos y lo más interesante fue que esta se impuso. Demostramos, una vez más el carácter de clase de la moral y que esta puede imponerse dependiendo de nuestra capacidad organizativa, de unidad y de movilización.

En el sabotaje petrolero la clase trabajadora unida al pueblo pobre dio otro ejemplo de moral revolucionaria cuando rescató de manos de la oligarquía y el imperialismo nuestra principal industria, dejando al descubierto, nuevamente, la moral cínica y vil de esta oligarquía parasitaria y demostrando, no solo los principios básicos de la construcción del socialismo sino la fortaleza de nuestra moral revolucionaria. En esos sucesos y en el desarrollo posterior de nuestro proceso se evidenció como el imperialismo invierte miles de millones de dólares en la lucha práctica contra la "desmoralización" revolucionaria, es decir, en gastos de espionaje, de corrupción de obreros, de falsificaciones judiciales y de asesinatos a mansalva.

Ahora bien, se necesita, una total miopía moral e intelectual para no identificar la moral reaccionaria y policíaca de esta oligarquía servil y parasitaria con la moral revolucionaria del pueblo pobre y trabajador.

El marxismo revolucionario no podrá abordar su misión histórica sin haber roto moralmente con la opinión pública de la burguesía y de sus agentes en el seno de la clase trabajadora, ¡Quien se incline ante las reglas establecidas por el enemigo no vencerá jamás!

Solo dos clases decidirán la suerte de nuestra sociedad y por añadidura la de nuestro planeta: la burguesía imperialista y la clase trabajadora. El último recurso de la burguesía es el fascismo, que reemplaza los criterios sociales e históricos por criterios biológicos y zoológicos, para liberarse así de toda limitación en la lucha por la propiedad capitalista. Sólo la revolución socialista puede salvar la civilización. La clase trabajadora necesita toda su fuerza, toda su resolución, toda su audacia, toda su pasión, toda su firmeza para realizar la violenta conmoción. Ante todo, necesita una completa independencia respecto de las ficciones de la religión, de la "democracia" y de la moral trascendente, cadenas espirituales creadas por el enemigo para domesticarlo y reducirlo a la esclavitud. Moral es lo que prepara el derrumbe completo y definitivo de la barbarie imperialista, y nada más debemos mantener sana nuestra revolución.

La moral de la burocracia y la nuestra

Comprender claramente las relaciones recíprocas entre las dos clases fundamentales, burguesía y clase trabajadora, en cualquier escenario de su lucha a muerte, nos revela el sentido objetivo del papel de los moralistas pequeño-burgueses. Su principal rasgo es su impotencia: impotencia social, dada la degeneración económica de la pequeña-burguesía; impotencia ideológica, dado el pánico del pequeño-burgués ante el desencadenamiento de la lucha de clases. De ahí la aspiración del pequeño-burgués, tanto culto como ignorante, de domesticar la lucha de clases. Si no lo consigue con ayuda de la moral eterna, creada por ellos, la pequeña-burguesía se lanzará a los brazos del fascismo.

En ese sentido, la burocracia de izquierda, pequeño burguesa ha sustituido la lucha de clases por la colaboración de clases. Para terminar de adaptar las instituciones y el partido directo a las tareas de la reacción, la burocracia ha "renovado" su composición, por medio de discursos progresistas, “revolucionarios y socialistas” y en el reclutamiento de arribistas.

Para asegurar el triunfo de sus intereses en las grandes cuestiones, las clases dominantes se ven obligadas a hacer concesiones en las cuestiones secundarías; claro en la medida en que esas concesiones no perjudiquen sus ganancias, para esto se valen de los burócratas, arribistas, esquiroles cuya moral consiste en reglas convencionales y procedimientos de oratorias magistrales destinados a tapar sus intereses, sus apetitos y sus pánicos.

En ese sentido la clase trabajadora debe estar preparada para cualquier arremetida contra nuestras luchas y contra nuestra moral y para eso utilizarán a nuestros hermanos de clase, de los cuales muchos se prestarán para esta vil tarea, ahora bien, debemos cuidarnos de los trabajadores que no ocultan al capitalista o al burócrata lacayo la "verdad" sobre las intenciones de nuestras luchas, sencillamente este es un traidor que sólo merece ser despreciado y boicoteado, no creamos que la "santa verdad" es un fin en sí misma. Por encima de ella, existen criterios más imperativos que, como lo demostramos, tienen un carácter de clase, en verdad hay que tener mucho cuidado porque hay "amigos" más peligrosos que algunos enemigos.

La burocracia, tal como sus amos, el capital, aplicarán el “principio” abstracto de “el fin justifica los medios” pero en su desarrollo tratarán de condenar en nosotros, lo que ellos apliquen de manera abierta, condenando nuestra moral y resaltando su moral. El medio sólo puede ser justificado por el fin. Pero éste, a su vez, debe ser justificado. Desde el punto de vista del marxismo, que expresa los intereses históricos de la clase trabajadora, el fin está justificado si conduce al acrecentamiento del poder del hombre sobre la naturaleza y la abolición del poder del hombre sobre el hombre. ¿Eso significa que para alcanzar tal fin todo esté permitido? Está permitido todo lo que conduce realmente a la liberación de la humanidad. Y puesto que este fin sólo puede alcanzarse por caminos revolucionarios, la moral emancipadora de la clase trabajadora posee — indispensablemente—, un carácter revolucionario.

No podemos ni debemos caer en este nefasto juego, trabajador que revele nuestras debilidades, nuestras tácticas, estrategias, nuestros medios y nuestro fin al enemigo, no merece absolutamente nada de nosotros. No debemos creer que en ellos es válido ese “principio” abstracto y en nosotros no, no debemos temer a que nos llamen “amorales” a los ojos de los trabajadores conscientes, nos debe rendir honor, debe significar que rechazamos y no reconocemos las reglas de moral establecida por los imperialistas, capitalistas parásitos y burócratas lacayos, significa que debemos impulsar nuestras luchas inclusive al dominio de la moral.

TURKI AL MAAZ

LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO, LAS PALABRAS Y LAS ACCIONES

Los análisis críticos sobre nuestro proceso que elaboran algunas organizaciones serias y de izquierda son muy interesantes porque nos dan herramientas para hacernos una idea de lo que está ocurriendo en nuestro país, fundamentalmente en lo económico y para eso citamos extractos del documento de Lucha de Clases, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional:

La Banca del Estado y los banqueros "socialistas"

Los marxistas, sin duda alguna, apoyamos la nacionalización del Banco de Venezuela y de los catorce Bancos restantes, a pesar de que estos bancos fueron intervenidos por el estado a diferencia del Banco de Venezuela. Sin embargo, el grueso de la banca sigue siendo privado. Lo que apoyamos con firmeza es que se estatice todo el sistema financiero. Además, la estatización de la banca debe llevar al gobierno revolucionario a no pagar ni un centavo por cada Banco nacionalizado, no como se hizo con el Banco de Venezuela.

El Banco de Venezuela se ha convertido en uno de los principales bancos del país, con un gran nivel de crecimiento pasando en febrero del 2009 de 2.051.042.000 Bs.F a febrero del 2010 a 5.908.683.000 Bs.F, solo en captaciones oficiales. En el caso de las captaciones del público es el tercero (detrás de Banesco y el Mercantil) con un total de 31.654.058.940 Bs.F para el mes de febrero del 2010. Pero comparando la banca privada las cifras son enormes: el Provincial pasó de 1.789.993.000 en febrero del 2009 a 3.009.969.000 BF en febrero del 2010, mientras que Banesco cierra febrero con 2.685.763.000 Bs.F, y el Banco Occidental de Descuento con 1.996.481.000 Bs.F en febrero del 2010. Sumando las ganancias estos bancos privados por concepto de captaciones oficiales da un total de 7.692.213.000, una cifra mucho más grande que lo que tiene el Banco de Venezuela en captaciones oficiales. A pesar de esto los depósitos oficiales en las instituciones bancarias del Estado aumentaron un 74,6% en el 2009, pasando de 13.430 a 23.447 millones de bolívares fuertes.

Según Reporte Diario de la Economía, un 64,39% de los depósitos oficiales están colocados en los bancos privados, mientras que el 35,18% está en los bancos del Estado. Estas cifras son al cierre del 2009. En total, para febrero del 2010, el total de los ocho principales bancos privados (Corp Banca, Mercantil, BNC, Federal, Caroní, BOD, Banesco y Provincial) ha sido 14.791.624.000 bolívares fuertes en captaciones oficiales, mientras que los dos principales bancos del Estado, Venezuela y Tesoro (sin contar el recién creado Bicentenario) cuentan con 9.572.438.000. En el caso de las captaciones del público las cifras son astronómicas: 151.828.292.670 por parte de los ocho principales Bancos Privados, mientras que los dos principales bancos del Estado han logrado 39.036.668.120.

La verdad es clara: los banqueros se pelean por obtener las captaciones oficiales. Si es necesario inscribirse y participar en las patrullas del PSUV, lo harán, no porque sean socialistas, sino para obtener las captaciones oficiales. Los marxistas debemos explicar pacientemente al conjunto de la militancia la incompatibilidad del socialismo con tener a dos multimillonarios banqueros en el PSUV. A pesar de la desesperación de los Ministros de Economía y el gobierno porque los bancos puedan dar más créditos, hay una competencia desenfrenada de los bancos por recibir más captaciones oficiales. Mientras tanto, Giordani afirma: "No puede ser que los entes gubernamentales engorden recursos en la banca privada y pública para ganar intereses con la plata de los venezolanos, mientras la economía espera por esos fondos para su ejecución en gasto e inversiones productivas".

La creación del Banco del Tesoro generó pánico entre los banqueros, pues creían que el Estado iba a colocar todos los depósitos oficiales en este nuevo banco, dejando de lado a la banca privada. Pero ya vemos que no es así. Ha existido una tendencia durante el último año a colocar los depósitos en los bancos del Estado. Ahora, desde el Estado, se está tratando de regular la banca, pasando por la "persuasión moral" de Giordani, hasta la intervención de los catorce Bancos por delitos financieros. Otra de las medidas ha sido la creación de la Ley Orgánica del Sistema Financiero Nacional (Osfin) aprobado en la Asamblea Nacional, que obliga al sector bancario, a las empresas de seguro y a las casas de bolsa a que se dediquen sólo a la actividad para la que fueron creadas.

La ley del Órgano Superior Financiero Nacional dice que estimulará: "la creación y el fortalecimiento de instituciones dirigidas a la atención financiera de las comunidades, promoción del ahorro e inversión". Además, que la banca estimulará: "las políticas de promoción de las actividades productivas emprendidas por el Estado, y que requieran la activación de las comunas y su eficiente socialización con las instituciones financieras orientadas hacia ese fin". También, según el artículo 2, se crearán formas para incluir a la contraloría social en la supervisión de las actividades financieras. Como hemos dicho una y otra vez, el capitalismo no puede ser regulado, los mecanismos de regulación han demostrado ser un total fracaso. Pensar que la contraloría social pueda supervisar a la banca es una utopía absoluta, lo mismo que pensar que la banca va a estimular la actividad productiva. (Extracto del Documento de Perspectivas de Venezuela. Aprobado en la conferencia de lanzamiento del periódico Lucha de clases. http://www.luchadeclases.org.ve/psuv/6702-comite-de-redaccion-lucha-de-clases).

Esto sencillamente nos debería llamar a la reflexión ya que vemos con estupor como los grandes banqueros se siguen llenando los bolsillos mientras el pueblo pobre y trabajador se hunde en la miseria, esto sin analizar el aumento desmedido de los alimentos sumado a la escases de los mismos y el deterioro permanente de los salarios para lo cual no hay que ser un analista en potencia.

Ciertamente ha habido avances en políticas de inclusión, en salud, alimentación, vivienda y educación y esto se refleja en todas las misiones implementadas por el gobierno, pero estas no dejan de ser reformas al viejo estilo Keynesiano. Las reformas no son malas mientras estas se profundicen con el concurso determinante de la clase trabajadora y el pueblo pobre, ahora bien, mientras estas estén en manos de la burocracia de izquierda no dejarán de ser simples reformas.

Las palabras y las acciones

Las palabras deben ser el motor de nuestras acciones, es decir, hablar y hablar de teoría revolucionaria sin ponerla en práctica es simple charlatanería, aunque puede ocurrir, como ocurre con muchos “dirigentes” institucionales que teorizan sobre la revolución de manera correcta pero con sus acciones hacen lo contrario, esto es común en nuestra dirigencia, no solo institucional, sino en nuestras organizaciones y es precisamente esto lo que las deteriora ya que estos “dirigentes” toman decisiones sin someterlas a la discusión de los colectivos para aplicarlas con la aprobación de las mayorías, esta metodología que es común en nuestra formación abroga la participación pero no solo en el ámbito de los “dirigentes” hacia los “dirigidos” sino entre los mismos trabajadores como consecuencia directa de la actitud de los primeros, en ese sentido, las palabras y las acciones de estos señores que a todas luces se contradicen no son el ejemplo más idóneo para la formación de los colectivos.

En el caso de los trabajadores, “…La burguesía de todas las grandes potencias hace la guerra para repartir y explotar el mundo, para oprimir a los pueblos. A un reducido grupo de la burocracia obrera, la aristocracia obrera y los compañeros de viaje pequeñoburgueses pueden tocarle algunas migajas de las grandes ganancias de la burguesía. El socialchovinismo y el oportunismo tienen el mismo trasfondo de clase: la alianza de un pequeño sector de obreros privilegiados con “su” burguesía nacional, contra las masas de la clase obrera; la alianza de los lacayos de la burguesía con esta última contra la clase que ella explota. (EL PORTUNISMO Y LA BANCARROTA DE LA II INTERNACIONAL. Vladimir Ílich Uliánov, Lenin).

Esto a escala menor ocurre en nuestros centros de trabajo fundamentalmente con los trabajadores y trabajadoras de las instituciones del Estado, cuando en procura de salvaguardar su puesto de trabajo una minoría le dispara a otros para recoger las migajas que les lanza la burocracia institucional.

“…Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, solo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden, y por su situación social, deben, construir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha.” (Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. V.I. Lenin. Citado en: Introducción al Pensamiento Socialista, P. 113. De Néstor Kohan).

Bajo el sistema capitalista la clase trabajadora siempre estará temerosa de perder su empleo, esto no nos debe extrañar ya que con los sofisticados métodos implementados por este nefasto régimen, la clase trabajadora no solo debe vender su fuerza de trabajo, sino que una vez “colocada” debe cuidar que esta se mantenga allí, en ese sentido la cita anterior cobra una vigencia descomunal.

La clase trabajadora debe luchar contra muchas adversidades, el sistema de explotación y opresión impuesto por el capitalismo y por ende contra la incapacidad del Estado burgués al servicio de este sistema, pero más allá de eso debe luchar contra la burocracia de su misma clase que vende y traiciona sus luchas y contra los que se dicen socialistas que se encuentran enquistados en el aparato de Estado, esto ocurre con mucha frecuencia en las instituciones donde esta burocracia de la clase hasta devela nuestros errores ante la “dirigencia de izquierda” institucional.

En cuanto a la educación lo más importante, además del carácter de los trabajadores y trabajadoras, es cómo se crean sus tareas históricas y la práctica revolucionaria en la que la clase trabajadora puede madurar para estas tareas. Si esto es así, el problema central de la educación consiste evidentemente en la cuestión de cómo debe organizarse este proceso de maduración. Si ello debe darse en la actividad real, concreta, revolucionaria, entonces esta actividad, debe ser una actividad de las masas, para valorar a todo hombre y mujer y eliminar todo tipo de teoría de élite, que desprecia al pueblo pobre y trabajador.

No son los individuos destacados los que ejercen una influencia decisiva en el transcurso de los acontecimientos, si no el desarrollo de las fuerzas productivas; es decir, todos los factores relacionados con las condiciones de trabajo y de vida de las masas, esta es la mejor manera de aprender a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase.

En este sentido, la articulación que debe existir entre los distintos colectivos es de suma importancia ya que sus distintas experiencias enriquecerán y aportarán material interesante en el impulso de la formación y organización para la liberación. Sólo en la práctica revolucionaria se educan los hombres y mujeres de mañana. La lucha contra la manipulación mediática se rompe en las tareas concretas de los colectivos en su lucha por la emancipación, de no ser así estas solo reflejarán los vicios de una educación bancaria, capitalista, pero también la de los oportunistas de izquierda, burócratas arribistas, reformistas y revisionistas.

La construcción del socialismo

Prefigurar el futuro concibiendo otro tipo de sociedad es una necesidad imperiosa, porque al imaginar el porvenir se amplía el horizonte de lo que se puede lograr si avanzamos a una sociedad sin explotación, discutir la sociedad futura exige también erradicar las miradas ingenuas del porvenir. El socialismo no surgirá espontáneamente de un colapso terminal del capitalismo, ni como premio a la captura popular del poder, ni mucho menos creará un régimen sin contradicciones, esto solo determinará el punto de partida de una prolongada transformación social.

La gestión poscapitalista no será una tarea sencilla, pero algunas disyuntivas de ese régimen ya pueden analizarse hoy, más cuando tenemos los elementos científicos probados en la realidad concreta. Por eso resulta decisivo aprender de lo ocurrido y renovar el proyecto socialista a partir de una reflexión de sus propios problemas.

Las tensiones entre el capitalismo y el socialismo emergen a la superficie en todos los momentos de intensificación de la lucha de clases y es precisamente en estos momentos donde también emergen sus deformaciones, las cuales apuntan a mantener el régimen. En ese sentido, nuestras luchas deben ser permanentes, no solo contra el sistema dominante sino contra estas deformaciones.

El proyecto socialista no es irracional, porque tiene basamentos lógicos y se apoya en fundamentos analíticos y científicos. Tampoco es profético, ya que su posible realización descansa en la acción consiente de la clase trabajadora y no en la añorada irrupción de fuerzas divinas o naturales, en ese sentido, la lucha debe ser permanente ya que es esta la que nos formará, además, no tenemos otra alternativa, si no luchamos estamos condenados a desaparecer de la faz de la tierra, con ella incluida.

“…La tesis marxista postula que la continuidad de ese régimen de explotación reproduce al homo economicus e impide el surgimiento del hombre nuevo. Por eso se necesita erradicar el capitalismo, para que un futuro de igualdad sea posible en algún momento del desarrollo social. (El porvenir del socialismo, Claudio Katz. P. 19).

El socialismo es una etapa de transición que debe construirse en permanente lucha, movilización y en consecuencia en permanente formación, no hay otra alternativa. Construir el socialismo con las herramientas melladas del capitalismo y en su contexto es, sencillamente una utopía.

Esta construcción debe llevarse a cabo con hechos concretos que apunten a la toma de decisiones por parte de la mayoría, fundamentalmente en las determinantes. Una de las formas de medir su maduración es precisamente el avance en la socialización de los medios de producción, donde sea la clase trabajadora conjuntamente con los sectores populares los que los controlen.

Si el socialismo es la fase de transición del capitalismo al comunismo, entonces la tarea debe ser dura si queremos coronar realmente con una mujer y un hombre totalmente nuevos.

Hoy en nuestro país nos enfrentamos a un reto enorme que en cierta medida nos impide avanzar más de lo que hemos avanzado, en primer lugar la falta de organización y unidad del movimiento de la clase trabajadora, factor determinante, no es una revolución violenta sino socialista de discurso, los cuales son muy válidos, pero cuyas acciones contradicen esos discursos y no apuntan precisamente al socialismo, reformas y contra reformas que vislumbran un capitalismo de Estado y una nefasta burocracia de “izquierda” que todo lo contamina.

“…Creer que se pueden hacer ligeros cambios y poco a poco ir "concientizando" a las masas, para luego hacer avanzar al "proceso" a instancias superiores, se equivocan de plano. La mayoría de las gentes (gentes, por decir algo) que insinúan tamaño despropósito, saben de antemano que pretender cambiar la mentalidad capitalista (ellos la llaman Consumista) sin derrotar el capitalismo, es una falacia del tamaño del Empire State (usando un ejemplo muy capitalista). En su fementido "error", creen que las bases pueden dejar de ser reproductores de plusvalía ideológica (Ludovico Silva) mientras a diario van a centros de-formación ideológica, en los cuales se les inocula la fraseología hueca y reaccionaria de la "normalidad" del sistema, del salario justo, de la "sana" competencia, la empresa con responsabilidad social etc.(Manuel Sutherland. Tomado de Kaosenlared).

De esta manera nos estamos viendo, ahora con socialistas y comunistas que pretenden hacer del capitalismo algo más humano. Pero esto no es porque están convencidos de que es posible, sino porque les permite permanecer en la jugada corrupta con los viejos y nuevos sectores burgueses.

“…Hoy todos los ciudadanos saben que no son los alcaldes, gobernadores y ministros los que engañan al Presidente. Saben que es éste quien rota, apoya, cambia, premia o castiga a su séquito (la burocracia de un régimen carismático).”(Alberto Müller Rojas).

TURKI AL MAAZ

ENERGÍA NUCLEAR, ELEMENTOS PARA UN DEBATE

Hay que dar un debate sin apasionamiento y con los detalles técnicos y científicos que podamos investigar sobre el tema de la factibilidad de la Energía Nuclear como fuente energética, Es por todos conocidos los graves accidentes en las plantas nucleares causados por errores humanos, fallas técnicas y los originados por la naturaleza. Los accidentes de Chernobil, en 1986 y el de Three Mile Island, Pennsylvania en 1979 y ahora Fukushima I en noroeste de Japón, 2011. Este ultimo accidente en la planta de Fukushima, provocado por el terremoto y el tsunami que azotó a Japón, pone en tela de juicio el auge de la industria atómica en el mundo como alternativa energética frente al petróleo. El fantasma de Chernobil parecía olvidado de un mundo que avanza decididamente hacia el uso de la energía nuclear como opción limpia y segura frente al contaminante y encarecido petróleo. Pero el 11demarzo,el accidente de la central nuclear de Fukushima en Japón, ocurrido después del terremoto y el tsunami que azotó a la isla, reabrió el debate sobre la conveniencia de esta opción para un mundo con un estilo de vida que demanda energía con voracidad, sobre todo electricidad.

Este es un artículo extenso, porque nos vamos a referir a lo bueno y lo malo del uso de la energía nuclear para la generación de electricidad y también analizar el uso de combustibles fósiles para la producción de electricidad.

En esta discusión no solo deben participar los físicos, médicos, ecólogos y la comunidad científica, debe ser un debate de todos los que habitamos en el planeta azul. Hay que buscar las fuentes energéticas que sustituyan la energía nuclear y los combustibles fósiles. Existen o habrá que desarrollar tecnologías en este sentido, actualmente a gran escala no tenemos otras alternativas.

En la Energia Nuclear hay muchos riesgos, se dice que es una forma costosa y riesgosa de calentar agua para generar electricidad con alta vulnerabilidad por la combinación, potencialmente catastrófica, de fallas de diseño, errores humanos y desastres naturales. Cientificos de la Universidad de Kioto están exigiendo que se haga pública la información sobre la intensidad de los escapes de yodo 131 y explican que un solo depósito con barras de combustible usado como los de la central de Fukushima –o del Cañón del Diablo y San Onofre, en California– contiene más cesio-137 que el total depositado en el hemisferio norte por todas las pruebas nucleares atmosféricas y que una explosión así podría lanzar a la atmósfera, quizá entre tres y nueve veces la cantidad de cesio-137 por el desastre en el reactor de Chernobil.

¿Cuántos reactores nucleares hay en el mundo?


En el mundo hay un total de 437 reactores nucleares operativos en plantas
repartidas en 30 países, la mayoría de ellos se usan para generar electricidad, según el último Informe Anual del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El documento, cuyos datos están actualizados a 1 de enero de 2010, cifra la potencia total de generación de energía de esos reactores en 370.187 megavatios.

Además, otros 55 reactores, con un potencial
conjunto de 50.855 megavatios, se encontraban en fase de construcción en 2009.

El país con el mayor número de reactores es Estados Unidos (104, más uno en construcción), seguido de Francia (59, más uno en construcción) y Japón (54, más uno en construcción).


La planta nipona de Fukushima Daiichi, a 270 kilómetros al noreste de Tokio, donde tres de los seis reactores resultaron dañados tras fallar el sistema de refrigeración a raíz del devastador terremoto del 11 de marzo, tiene una potencia instalada de 4.700 megavatios y es una de las 25 más grandes del mundo.

Según el informe del OIEA, los 54 reactores operativos en Japón abastecieron el 24,9% de la electricidad usada por los nipones en 2008, mientras que en Estados Unidos ese porcentaje fue del 19,7%.


Siguen Rusia (31 reactores operativos y 9 en construcción), Corea del Sur (20 y 6 en construcción), Reino Unido (19), India (18 y 5 en
construcción), Canadá (18), Alemania (17), Ucrania (15 y 2 en construcción) y China (11 y 20 en construcción). Francia es el país de mayor dependencia de la energía nuclear, que en 2008, con 419,8 teravatios (un millón de vatios) por hora, cubrió el 76,2 por ciento de las necesidades energéticas del país.

Bélgica suplió el 54,8 por ciento con la energía producida por sus reactores, mientras que la dependencia de Ucrania, Suecia y Eslovenia de esta fuente energéti
ca se sitúa en el 47,4%, 42% y 41,7%, respectivamente.

España apar
ece en la lista del OIEA con 8 reactores operativos, de una potencia conjunta de 7.450 megavatios, que en 2008 generaron una media de 56,5 teravatios/hora, equivalente al 18,3% de la electricidad producida en el país. En el continente americano, aparte de EEUU y Canadá, sólo tienen plantas nucleares Argentina (dos reactores operativos y uno en construcción), Brasil y México (dos operativos cada uno).

Se puede decir que este accidente lanzará nuevas dudas a los ojos del público sobre la seguridad de la energía nuclear y seguramente tendrá un impacto en la industria.


El evento en Japón podría ocasionar un nuevo compás de espera para la entrada en funcionamiento de otras plantas nucleares o la exte
nsión de la vida útil de muchas construidas hace 20 o 30 años, como la de Fukushima, que son la mayoría. Varios gobiernos frenaron sus planes de readecuación de plantas y otros consideran que deben reevaluarse a la luz de lo ocurrido en Japón.

Estados Unidos anuncio que continuara con su política nuclear, pero ordenó una revisión exhaustiva de los sistemas de seguridad de las 104 centrales en funcionamiento para confirmar si resisten desastres naturales. Gran Bretaña y España también ordenaron estudios. Alemania postergó por tres meses la decisión de prolongar la vida útil de 17 plantas, mientras Suiza suspendió la activación de 3 y China congeló la aprobación de futuras instalaciones. Rusia y Bielorrusia dijeron que mantendrán su cooperación bilateral para fabricar sedes atómicas. Italia, que en 1987 cerró sus plantas nucleares tras un referéndum, prevé la construcción de algunas para disminuir la dependencia energética y bajar los precios de la electricidad.

Los anuncios revelan que el mundo industrializado, y algunos países de economías emergentes, tienen una agenda nuclear a futuro. Pero no siempre fue así. La explosión en 1986 en Chernóbil, considerada el peor desas
tre nuclear de la historia ¬y que según la ONU habría causado entre 4.000 y 9.000 muertes por cáncer-, provocó el congelamiento mundial de los planes nucleares que empezaron a tambalearse en 1979 por el accidente en la planta de Three Mile Island en Pennsylvania. El reactor en la planta estadounidense liberó radiactividad en poca cantidad, pero provocó gran alarma en la opinión pública.

En los años siguientes, tres situaciones revirtieron la aversión que, en la opinión pública y en los gobiernos, dejaron esos eventos: el alza progresiva de los precios del crudo, el cambio climático y los desastres ecológicos ocasionados por los derrames de hidrocarburos. Un dato ilustrativo: en 2009, 59% de los ciudadanos de la Unión Europea opinaba que las plantas atómicas podía funcionar de forma segura. Ahora Fukushima revuelve las aguas de un debate que había amainado.

Quienes defienden la energía nuclear señalan dos ventajas comparativas claves: que es segura tanto en suministro como en prevención de accidentes y que es limpia, no es contaminante. Haydn Barros, jefe del Laboratorio de Energía Nuclear de la Universidad Simón Bolívar, Señala que la tecnología ahora es de cuarta generación y no es comparable a la de Fukushima, de segunda generación de la década de los setenta, indica Además, dice, hoy existen mayores controles de seguridad, nuevos materiales y diseños más eficientes.

Agrega que la planta nipona resistió durante una hora un terremoto de mayor magnitud (8,9 en la escala de Richter) que para el que estaba diseñado (8,3). "El tsunami que siguió cortó la electricidad para enfriar los reactores y eso no estaba previsto: dos eventos de tal escala tan seguidos".

Otro elemento que se debe tomar en cuenta según el experto es que la energía atómica es más segura que el petróleo porque dentro de 40 años habrá escasez de crudo por agotamiento de las reservas.


"Lo único que puede compensar esa falta es la energía nuclear". Hay otro punto: un kilo de uranio produce 600.000 veces más energía que el petróleo.
La seguridad también es laboral. La Asociación Nuclear Mundial afirma que las estadísticas comprueban que en las instalaciones nucleares no hay casi accidentes ni bajas. "En cambio, todos los años miles de personas mueren en minas de carbón que proveen material para generar electricidad".
Un argumento clave de los lobistas de la industria es que la energía nuclear no emite, como lo hace el consumo petrolero, dióxido de carbono, responsable del calentamiento global. Por lo tanto, es una vía que ayudará a que los países alcancen las metas de reducción de emisiones establecidas en el Protocolo de Kioto y la ONU.

Ambientalistas como el británico George Monbiot indican que el cambio climático generado por la combustión fósil ha matado a más personas que el accidente de Chernóbil. "El calentamiento global ha cobrado vidas a través de elementos nocivos en la cadena alimentici
a, la propagación de enfermedades y la degradación de las condiciones de vida para las personas más pobres del mundo", escribió en The Guardian. Se refería a los efectos cotidianos de las alteraciones del clima: la lluvia ácida que contamina sembradíos, el aumento de la temperatura mundial que estimula el crecimiento de insectos transmisores de males y los desastres ambientales.

A contracorriente. Los que rechazan la opción atómica señalan un racimo de razones: los riesgos de accidentes son reales, los costos de construcción de las plantas son exorbitantes, las instalaciones pueden constituir blanco de ataques terroristas, la proliferación de material radiactivo es inevitable y el desecho de
material nuclear en forma segura no se ha alcanzado.

¿Es menos dañina para el ambiente?

Brahma Chellaney, del Centro de Investigaciones Políticas de Nueva Delhi, afirma que la opción atómica agotará el agua en el planeta, un recurso ya escaso. Recuerda que los reactores utilizan este elemento para sus sistemas de enfriamiento y por lo
tanto son un factor adicional en el calentamiento global, que aumenta el nivel de los océanos y pone en riesgo las líneas costeras del mundo.
"Las enormes cantidades de agua local que los reactores consumen pasan a ser corrientes de agua caliente que se bombean a los ríos, los lagos y los océanos", señala Chellaney.
Los riesgos son evidentes para los ecosistemas marinos y fluviales. Durante la ola de calor de 2003 en Francia hubo que detener las operaciones en 17 reactores nucleares a causa del rápido aumento de las temperaturas de los ríos y lagos cercanos.

Greenpeace alerta sobre "las mentiras" que esgrimen los pro nucleares. Una de ellas es que es una fuente segura porque existe uranio suficiente en la naturaleza para proveer de energía al mundo por 270 años.
"Los yacimientos son escasos y poco rentables. Además, el material se va a encarecer: ahora cuesta 10 veces más que en 2004". Los verdes agregan que, desde el punto de vista laboral, la nuclear genera menos empleo por unidad de energía producida que la renovable.

La amenaza bélica es otro elemento de preocupación. La proliferación de la tecnología nuclear podría dar pie a que gobiernos utilicen las plantas de manera inapropiada. "Ese supuesto `uso pacífico’ que adu
cen algunos países esconde el prólogo de un camino que lleva a la producción de bombas y armamentos atómicos".

En medio del cruce de opiniones hay quienes consideran que es mejor esperar. "Vivimos en una cultura de lo inmediato. Hay que hacer un análisis frío, porque cualquier decisión sería precipitada", señala Luis Echávarri, director de la Agencia de Energía Nuclear de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

En un Articulo de Miguel Guaglianone titulado “Desastre nuclear y manipulación mediática” publicado en la revista Barómetro Internacional que plantea que el complejo militar-industrial, además de realizar una constante actividad de lobby en todo lugar de poder, gasta mucho dinero y esfuerzo en mantener una imagen de la energía nuclear como la energía del futuro, una forma de liberar a la humanidad de la dependencia y contaminación que producen los combustibles fósiles. Hasta llegar a apologías, por parte de una visión supuestamente “progresista” tales como: “Es preciso entender claramente las razones por las que la energía nuclear es tan detestada en la mayoría de los países, y por qué al falso movimiento ambientalista creado y costeado por el Club de Roma se le pidió que declarara la guerra a dicha fuente energética. Generando fuerza eléctrica barata y abundante a partir de reactores nucleares, los países en vías de desarrollo se volverían poco a poco independientes de la ayuda externa norteamericana y podrían consolidar su soberanía. La electricidad producida a partir de la energía atómica es la clave para que los países atrasados salgan del subdesarrollo en el que el Club de los 300 les ha ordenado permanecer”.

Para los intereses que están detrás de la instalación de centrales nucleares es necesario, con la complicidad de la red internacional de medios corporativos, deformar y ocultar información y descalificar a quien afirme lo contrario a la “pureza” de la energía nuclear.

Nunca hemos estado contra el desarrollo del conocimiento. Creemos que es necesario que cada país conozca de ciencia nuclear. La investigación y la producción de isótopos tanto para la medicina como para la aplicación en diversas tecnologías, es un recurso necesario de desarrollar. Sin embargo, entre esto y creer que los problemas energéticos que enfrenta nuestra sociedad productivo-consumista van a resolverse a través de la producción de energía eléctrica con centrales nucleares, hay una gran diferencia.

Cualquiera que estudie con un poco de profundidad lo relativo a este tema descubrirá cuanto se oculta y cuanto se deforma a partir del control de los medios corporativos. Algunos ejemplos:

1) Seguridad de las plantas atómicas: Se nos vende la imagen de que las plantas atómicas son hoy absolutamente seguras, se sugiere que lo sucedido en Chernobyl fue producto de la incompetencia de la Unión Soviética (sin tener en cuenta por ejemplo que el segundo accidente en importancia sucedió en plenos Estados Unidos). Sin embargo la verdad es que a pesar de la soberbia tecnológica, ninguna planta nuclear está libre de accidentes graves. Recuérdese que a pesar de que la NASA utilizaba el “infalible” método de la Triple Redundancia (todos los procesos se planificaban por triplicado en forma independiente) y su mayor preocupación desde su fundación ha sido –por razones políticas– evitar los accidentes, le fue imposible prever lo sucedido con el Challenger. Los accidentes inevitablemente aparecerán, por error humano, por fallas técnicas, por colapsos sísmicos, por inundaciones o por razones no posibles de prever. Es una simple cuestión de estadísticas y probabilidades en un universo en constante crecimiento de centrales nucleares que operan durante mucho tiempo ininterrumpidamente.

2) Resultados de los accidentes: Otra cosa que se esconde son las consecuencias de los accidentes graves. El núcleo del reactor es el lugar donde –una vez que se la inicia– se produce una reacción de fisión atómica en cadena que debe mantenerse controlada, tanto en su completo aislamiento del exterior, como en su temperatura. Cuando se produce un colapso en los sistemas de enfriamiento del núcleo, nos encontramos en la situación de los reactores de Fukushima. Es realmente muy poco lo que se pueda hacer a partir de allí para detener el aumento progresivo de temperatura de la reacción nuclear. Y ese aumento progresivo lleva a la destrucción del contenedor del núcleo, sean cuales sean sus características de ingeniería. Si eso sucede, se produce primero la emisión de una nube de partículas radioactivas que se diseminan en la atmósfera, quedando sujetas a las variaciones meteorológicas locales y generales. Es lo que sucedió en Chernobyl y cuya nube radioactiva llegó a Europa, y es lo que hoy más preocupa respecto a Fukushima. Pero también sucede algo de lo cual nadie habla. Si el contenedor colapsa, el material radioactivo del núcleo, ultradenso, comienza a hundirse lentamente en la tierra. Este es un proceso frente al cual no tenemos ninguna tecnología capaz de detenerlo. Una masa de material radioactivo penetra al subsuelo, y seguirá hundiéndose hasta que llegue a una profundidad de igual densidad a la suya (posiblemente cerca del núcleo de la Tierra) y contaminando con radioactividad la corteza terrestre mientras dure su vida media, que es del orden de los 50.000 años.

3) R
esultados de su producción: Finalmente, hablemos de la situación que más se mantiene oculta respecto a los reactores nucleares, y por la cual más se desinforma y más se desacredita a quienes la denuncian. Se dice que los reactores nucleares tienen la ventaja de que no lanzan directamente a la atmósfera CO2 ni otros gases que aumenten el efecto invernadero y el calentamiento global, pero lo que nunca se dice es ¿Qué sucede con los residuos radioactivos producto del funcionamiento normal de los reactores nucleares? Los reactores de antigua data consumen uranio radioactivo y dejan como residuo plutonio radioactivo. Los de nueva generación son capaces de reciclar parte del plutonio –cosa muy publicitada por los defensores de la energía nuclear– pero dejan como residuo torio radioactivo o plutonio radioactivo no reciclable. Imagínese el número creciente de reactores nucleares –que hoy está alrededor de los 300 en todo el mundo– produciendo constantemente materiales de residuo radioactivo en forma progresiva. La verdadera realidad es que no existe un modo seguro y no contaminante de manejar ese material una vez que ha sido producido. La humanidad está entonces acumulando una cantidad cada vez mayor de material radioactivo altamente contaminante, y como dijimos con una vida media (tiempo en el cual se mantiene radioactivo) del orden de los 50.000 años. Esto es algo que se oculta constantemente. Ante las denuncias, además del silencio y la descalificación, algunos de los países desarrollados se han “comprometido” a “controlar” el material de desecho. Esto se ha convertido en parte del peligro en las centrales nucleares, que conservan –generalmente a la vista– los contenedores con ese material. Pero la verdad es que hay una constante circulación clandestina de este material, desde el centro (donde está la mayoría de los reactores) hacia los países periféricos (que tienen un menor control de la contaminación radioactiva) e igualmente que parte de él se sumerge clandestinamente en aguas oceánicas (sabiendo que no importa en qué se empaque, ese material de empaque durará menos que el material radioactivo, y a la larga producirá una inevitable contaminación del lecho oceánico). De la misma manera sucederá con el material radioactivo que se entierra clandestinamente. Esta es la consecuencia más grave del uso creciente de centrales nucleares y sin embargo, nadie habla ni discute sobre ella. La imagen de este tema que transmiten los medios corporativos a instancias de la Agencia Internacional de Energía y el Complejo Militar–Industrial, es que toda alarma al respecto es producto de las ideas descabelladas de los ecologistas radicales. Nadie dice tampoco que la contaminación radioactiva es mucho más fulminante que el resto de las contaminaciones ambientales, que produce directamente el aumento de enfermedades mortales y que es capaz de producir alteraciones genéticas a mediano y largo plazo.

En definitiva, un ejemplo más del poder que hoy tiene el sistema corporativo transnacional de medios masivos de comunicación, y de la loca carrera suicida en la cu
al nos mantiene el sistema productivo-consumidor manejado por el neocapitalismo corporativo, sólo dependiente de los intereses del mercado.

En este trabajo me documente con el trabajo Visión del gobierno de Bolivia sobre el cambio climático, la crisis alimentaria, del agua y del tiempo. Este escrito de más de 200 páginas se puede ver en la página Web de la Plataforma de Política Energética que pone disposición de sus lectores el documento in extenso del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estado Plurinacional de Bolivia denominado “El vivir bien como una respuesta a la crisis global”, documento que está orientado a sentar las bases y políticas para “salvar al planeta y la humanidad”. Su propósito declarado es “impulsar el vivir bien” y aborda temas como el cambio climático, el agotamiento del planeta, la crisis del agua, la crisis alimentaria, la crisis del tiempo, el fin de la energía barata y la crisis financiera. Se recomienda su lectura para ver lo que nos espera en corto plazo.

¿Qué opciones tenemos?


En esta antesala de un desastre universal, estamos viendo el verdadero final de la segunda revolución industrial, lo que ocurre ya antes que el momento de máxima producción mundial del petróleo. Agregada a estas turbulencias, toma también fuerza la crisis de los valores y las normas de la modernidad, las visiones del futuro, las identidades y todas aquellas convicciones que otorgan sentido a la existencia, más que evidente en los países del Norte y también en los espacios (preferentemente urbanos) de las zonas más parasitarias del Sur.

¿Nuevos yacimientos?

Si existiesen soluciones para las sociedades industriales ante la crisis energética, éstas habrían de pasar por el descubrimiento de nuevos grandes yacimientos, la aparición de otras energías que puedan sustituir al petróleo, o el ahorro energético masivo y conservación de recursos naturales. Pero, ni siquiera con el alza de los precios del crudo se han incrementado los gastos en exploración ni se están desarrollando otras energías.


Es conocido en todo el mundo petrolero que las grandes compañías desde finales del siglo pasado han reducido a un mínimo sus gastos de exploración, ni están invirtiendo en nuevas refinerías, porque sencillamente saben a ciencia cierta, que luego de 140 años explorando y explotando en búsqueda de petróleo no hay rincón de la tierra donde geológicamente pueda existir la posibilidad de encontrar petróleo, aparte de la plataforma submarina. No queda más petróleo importante por descubrir y que las inversiones que hagan hoy en exploración y refinación jamás puedan recuperarlas.

Por tanto, ni las transnacionales petroleras ni el FMI, el Banco Mundial o el llamado Grupo de los Ocho quieren arriesgarse de invertir en exploraciones para nuevos descubrimientos petroleros, ni para mejoramiento de los campos existentes o aumento de la capacidad de refinación, especialmente en el Medio Oriente y Venezuela, sino estas actividades deben ser asumidas exclusivamente por parte de los países de la OPEP.

¿Las plataformas submarinas?


En los últimos años, las mayores esperanzas para las compañías petroleras de encontrar petróleo se centran en las llamadas plataformas submarinas. Hasta hoy, son 7 regiones donde se han concentrado los esfuerzos: Golfo de México, Plataforma Continental Brasileña, Golfo de Guinea, Mar del Norte, Mediterráneo frente a Egipto, Mar de la China en torno a las Islas Spratly y la zona marina entre Australia y el Timor. Desde finales de los años 70, se inició el interés por las perforaciones en aguas profundas (más de 500 metros). A esto contribuyeron los altos precios del petróleo en la época de las crisis petroleras originadas por el embargo árabe, que hacía rentable la búsqueda en dichas zonas donde la exploración es más costosa y arriesgada. En el campo Roncador, Petrobras tenía que atravesar 1.850 m. de agua en 1998 para perforar, y Total llegaba a 2.200 m. de profundidad en Canyon Express. A partir de allí es cuando se inicia la perforación en búsqueda de petróleo, que ha llegado hasta los 8 Km. bajo el lecho marino, con resultados positivos por debajo de un 10 %.

Para los años 90, las grandes compañías operaban en unas 60 cuencas y habían descubierto unos 120 campos. A finales del año 2000, el total los hidrocarburos (gas, petróleo) descubiertos en las principales cuencas: Golfo de México, Brasil y Golfo de Guinea, llegaba a 27 mil millones de barriles. En otras palabras se había encontrado hidrocarburos para un año de consumo mundial.

Las compañías petroleras, la AIE (Agencia Internacional de la Energía) y el Servicio Geológico de EEUU, pese a estos resultados aún consideran, en su escenario más optimista, que se pueden encontrar unos 100 mil millones de barriles en las cuencas submarinas, lo que significa que la agonía del capital se alarga en unos 3,5 años si es que realmente se consigue petróleo.

No existe sustituto al petróleo


Una posibilidad para reducir el consumo de petróleo sería comenzar a sustituirlo por otras alternativas energéticas, algunas de las cuales son mitos de alta tecnología propuestos por políticos y economistas o anunciadas en los medios de comunicación como sustitutas de los combustibles fósiles. Sin embargo, los físicos y geólogos, que
nos están dando una verdad científica y matemática, nos cuentan una historia totalmente diferente.

En la actualidad, las fuentes de energía basadas en recursos finitos no renovables (combustibles fósiles y fisión nuclear) aportan el 86% del enorme consumo de energía global. Los combustibles fósiles (gas, petróleo, carbón) continúan siendo la fuente energética básica, pues no sólo aportan el 80% de la energía que se consume en el mundo, sino que también contribuyen al aprove
chamiento de las demás fuentes energéticas conocidas.

El petróleo representa el 35% del total del consumo energético global y más del 90% de la energía empleada en los transportes. Mientras hay muchos alternativas tecnológicamente viables para petróleo, no aparecen por ningún lado nuevas fuentes de energía alternativas (o combinación de esas) que puedan proporcionarnos ni siquiera una parte de la energía neta requerida por nuestro moderno sistema monetario e infraestructura industrial, o aplicarse con la suficiente rapidez y efectividad como requiere la crisis energética generada por la escasez de petróleo.

Resulta muy complicado que pueda aparecer una fuente de energía que pueda sustituir al “oro negro” como combustible para el transporte mundial, pues no sólo debería ser técnicamente posible su producción y uso a gran escala y en muy breve plazo de tiempo, sino que se deberían sustituir y/o adaptar con una rapidez increíble todos los vehículos del planeta – los más de 800 millones de autos, camiones, aviones, barcos, etc.- para que pudiesen funcionar con la nueva fuente de energía, así como desarrollar con enorme rapidez toda la infraestructura para la producción, transporte y distribución de la misma por todo el mundo.

Requieren hidrocarburos en su producción

La energía solar produce energía neta marginal, pero los paneles solares fotovoltaicas se construyen con materiales procedentes de los hidrocarburos y otros materiales muy escasos. Las altamente promovidas células de combustible
de hidrógeno no son ni siquiera una fuente de energía, sino una forma de almacenamiento de energía. Para producirlo, se requiere más energía que la que se obtendrá del mismo, energía que actualmente es el gas natural. La producción de cada componente principal de los paneles solares y las células de hidrógeno, desde las PVCs hasta las células de combustibles mismas, requieren energía y materiales alimentados de hidrocarburos.

Por la falta de petróleo barato, en Estados Unidos están volviendo a la generación de energía alimentada por carbón, planificando construir al menos 100 nuevas plantas en más de 36 estados. Además de que su perfil de energía neta es pobre comparado con el petróleo, enfrenta problemas de costos de reconversión, de muy difíciles adaptaciones tecnológicas, y de contaminació
n por ser mucho más sucio que el petróleo y extremadamente dañina para la naturaleza con mayores emisiones de carbono.

La utilización a gran escala de la energía nuclear plantea graves problemas de seguridad. Las plantas de esta energía son además muy caras de construir, y los desechos deben ser almacenados y guardados durante miles de años. Para lograr el nivel necesario de producción de uranio y carbón que amortigüe la crisis energética, serían necesarias
explotaciones intensivas que llevarían a un rápido agotamiento de sus reservas en una magnitud que resultaría en la bajada de su extracción aproximadamente a partir del 2030 y posiblemente antes.

Los generadores eólicos tienen un perfil de energía neta apreciablemente favorable, pero el viento es intermitente en el mejor de los casos. T
ampoco existe ninguna alternativa que pueda sustituir al petróleo para la fabricación de los más de 3.000 productos derivados del mismo, y que son esenciales en la industria y en nuestro modo de vida actual.

Etanol de maíz es una energía negativa


Cada vez más se está promoviendo agrocombustibles como una fuente para reemplazar el petróleo. La experiencia
con el etanol es un ejemplo. Es un alcohol derivado de vegetales (maíz o caña de azúcar) que es usado hoy en día, principalmente con una mezcla de 10% de etanol y 90% gasolina. Ya que se usa en alguna extensión, como también biodiesel, metanol etc., se piensa normalmente que el etanol es una solución aceptable al problema del combustible. Pero, todos son cultivados con considerables cantidades de insumos de combustibles fósiles (pesticidas y fertilizantes) y les hace falta mucha energía para todo el proceso de producción (siembra, tratamiento, fertilización, riego, cosecha, transporte, distribución y procesamiento), energía que en la actualidad se obtiene del petróleo.

El etanol de maíz producido en EEUU, por ejemplo, es una energía negativa – es decir, sin contar el daño a la tierra o al agua y otros costos debidos a prácticas agrícolas insostenibles, usa más energía para producirlo que aquella que se obtiene de él, lo que significa malgastar recursos fósiles de energía y agravar el déficit de energía. Aproximadamente un 70% más energía es usada para producir un galón de etanol de maíz que la energía contenida en ese galón. Biodiesel es considerablemente mejor que etanol de maíz, pero con un EROEI de tres no puede competir todavía con el petróleo que ha tenido un EROEI de aproximadamente 30. Al otro lado, el etanol d
e caña producido en Brasil es una energía positiva que tiene un EROEI de ocho, es decir, produce ocho galones de etanol con el uso de un galón de energía. La definición de EROEI es: Se conoce como tasa de retorno energético (TRE) o, en ingles, EROEI, ERoEI (Energy returned on energy invested), EROI (Energy return on investment) y, menos frecuentemente, eMergy, al cociente de la cantidad de energía total que es capaz de producir una fuente de energía y la cantidad de energía que es necesario emplear o aportar para explotar ese recurso energético.

Comparada con el consumo descomunal de petróleo, la producción anual de EEUU del etanol es tan pequeña que cubre no más que quince días de consumo. La re
alidad es que para reemplazar incluso una pequeña parte del suministro de petróleo en EEUU con agrocombustibles, necesitarían convertir la mayor parte de Africa en una granja gigante.

A nivel mundial, los agrocombustibles representan apenas entre uno y dos por ciento del consumo total. Como son tan pobres sustitutos al petróleo, no sirven mucho para resolver la crisis de energía. Sólo sirven para el lucro de las grandes compañías agroindustriales, como Archer Daniels Midland, ConAgra, y Monsanto, y los granjeros norteamericanos en el medio oeste, que reciben un subsidio entregado por el gobierno norteamericano con los dólares de los contribuyentes para comprar sus votos.


Por tanto, la expansión de los agrocombustibles no consigue superar la carencia energética, sino el acaparamiento de tierras fértiles y productos agrícolas con fines energéticos más bien reduce la oferta alimentaria, trae hambre e inflación.
El riesgo es que ya sea muy tarde

El mundo usa actualmente más que 30 mil millones de barriles de petróleo por año para sustentar el crecimiento económico. En la actual sociedad de consumo, ese uso tiende a aumentar con el tiempo debido al crecimiento de la población, la obligación de seguir con el crecimiento económico y la industrialización de naciones como China e India.


Así, aun cuando las nueve condiciones descritas arriba de algún modo se manifestaran milagrosamente, todavía estamos enfrentando una reducción de 70 a 90% en la cantidad de energía disponible. Una reducción de 70 a 90% sería sumamente dolorosa, pero no el “fin del mundo” si no fuera por el hecho que, como está explicado anteriormente, el sistema monetario se derrumbará en la ausencia de un suministro de energía constantemente creciente. Si un déficit entre la demanda y suministro de 5% es bastante para multiplicar los precios, ¿qué pasaría con un déficit de 70 a 90%?

Para hacer la cosa peor, aun si todos los obstáculos anteriores no existieran, todavía nos enfrentamos con el problema del “tiempo de duplicación económica”. Si la economía crece a una velocidad saludable de 3.5% por año, se duplica su tamaño cada 20 años. Ese crecimiento debe ser alimentado por un suministro de energía que se duplica en el mismo ritmo. Así, nuestra “deuda energética” total se habrá agravado en el momento que logremos un mayor avance en el cambio hacia fuentes alternativas de energía.


Para lograr una nueva era de crecimiento económico prolongado, sería necesario combinar un ahorro sistemático de energía con el reemplazo de los recursos energéticos y mineros no renovables que estamos utilizando ahora por recursos renovables u otros recursos no renovables, como cuando el petróleo reemplazó al carbón mineral durante la primera mitad del siglo XX. Deberíamos ya estar invirtiendo en las alternativas y convertir nuestra infraestructura industrial para usarlas. Pero, desgraciadamente no tenemos la menor idea de cuáles podrían ser esos recursos alternativos.

Ello requeriría además un salto innovativo, pero hasta ahora no hay ni el menor indicio serio de que esa ola innovadora esté apareciendo ni de que pueda aparecer durante la próxima década. Aún así, para lograr una transición suave de energías no renovables a renovables, necesitaremos décadas – lo que no tenemos antes de llegar al techo de producción en la extracción de petróleo (donde probablemente ya estamos).


Aún cuando estuviéramos intensificando inmediatamente los esfuerzos para cambiar a otras fuentes de energía (que no estamos viendo todavía), el riesgo es que los resultados de estos esfuerzos vengan demasiado tarde y sean, en todo caso, escandalosamente insuficientes para prevenir el inevitable período de transición, durante el cual la cantidad de energía disponible se verá drásticamente reducida, por lo que las naciones tendrán menos energía disponible para realizar la producción útil - incluyendo la fabricación y transporte de bienes, el crecimiento de productos alimenticios y la calefacción de hogares.


Ese es el gran dilema que se le presenta a la humanidad, las fuentes de los combustibles fósiles se
agota, ¿Cuál energía usar? La solar, la eólica o la nuclear. Hay otras alternativas.

Juan Linares Ruíz
jlrlinares@gmail.com